El presidente de Ecuador,A�LenA�n Moreno, quiso hacer oficial la austeridad en su nuevo programa econA?mico. El lanzamiento, este martes, de su reforma adelantA? que se sanearA?n las cuentas pA?blicas con una amnistA�a fiscal, un fuerte recorte en las instituciones pA?blicas y mA?s eficiencia en la recaudaciA?n para obtener mayores ingresos, evitando subir los impuestos. Con sus 14 propuestas, orientadas a cuatro objetivos, el Gobierno de Moreno ha conseguido una aceptaciA?n entre los analistas y el sector privado que fue imposible de alcanzar durante la gestiA?n de su predecesor en el cargo.
DeA�Rafael CorreaA�heredA? un paA�s sobreendeudado y una receta econA?mica de la que ahora se desmarca. QuizA? con el fin de llevar la contraria a los seguidores del exmandatario y al mismo Correa, que han repetido durante semanas que se avecinaba una fuerte subida de impuestos. UnA�paquetazo, como se dice en Ecuador. Pero para no dejar margen a interpretaciones, el presidente recalcA? dos veces en la presentaciA?n de su nuevo programa econA?mico que su Gobierno no va a «subir los impuestos» y que el aumento de ingresos tributarios llegarA? con una recaudaciA?n mA?s eficiente.
La primera medida se centra en combatir la defraudaciA?n, las empresas fantasmas, los paraA�sos fiscales y el contrabando con la ambiciA?n de obtener 810 millones de dA?lares en tres aA�os. TambiA�n en materia de impuestos, se recuperarA?n mA?s de 1.000 millones adicionales revisando a��con el fin de eliminarlosa��A�beneficios que favorecen a los que ganan mA?s de 100.000 dA?lares y se aplicarA? una amnistA�aA�a��llamada «revisiA?n tributaria» en el programaa��A�para las empresas de todos los tamaA�os, con la que pretenden reflotar 1.600 millones de dA?lares este aA�o y 1.300 millones de dA?lares anuales en los siguientes. Junto a una subida de los aranceles en artA�culos de consumo como la ropa o los juguetes importados, estas propuestas ayudarA?n a Ecuador en su primer objetivo: recuperar el equilibrio fiscal de un presupuesto que ha disparado su dA�ficit pA?blico de aA�o en aA�o.
Esta meta, de acuerdo con los reclamos tradicionales del sector empresarial, es imposible de alcanzar sin un ajuste del gasto pA?blico. Correa se negA? siempre a aplicarlo, pese a la crisis econA?mica provocada por la caA�da del precio del petrA?leo, pero Moreno le ha abierto la puerta por primera vez en 10 aA�os con su segundo objetivo: reestructurar y optimizar al Estado. SegA?n sus planes, el fisco se ahorrarA? 1.000 millones de dA?lares anuales reduciendo los presupuestos de las instituciones pA?blicas, despidiendo a la mitad de los asesores, recortando los gastos en viajes o en alquileres y suprimiendo siete de las 22 empresas pA?blicas. «Se mantendrA?n A?nicamente las que sean rentables econA?mica y socialmente», puntualiza el nuevo programa, haciendo alusiA?n a las irregularidades y a la gestiA?n deficitaria que se destapA?, tras el cambio de Gobierno, en entidades como la aerolA�nea pA?blica Tame, los medios de comunicaciA?n incautados o en las negociaciones de la petrolera estatal.
Atajado el gasto excesivo y mejorada la recaudaciA?n, la tercera incA?gnita que necesitan despejar las Finanzas ecuatorianas es el aumento de los ingresos por la vA�a productiva. AquA� se repite el anhelado objetivo de fomentar las exportaciones y atraer mA?s inversiA?n extranjera para que lleguen mA?s dA?lares del exterior a una economA�a que no puede emitir billetes. Para ello, Moreno propone el tambiA�n repetido mandato de aumentar el acceso al crA�dito productivo, simplificar la burocracia, intensificar las alianzas pA?blico-privadas y mejorar el clima de seguridad empresarial.
La calidad del empleo, en un paA�s donde casi la mitad de trabajadores son informales, dependerA? de los nuevos modelos de contrataciA?n especA�ficos para sectores como el turA�stico, el agrA�cola o el pesquero que ya prepara el Ministerio de Trabajo. Eso sA�, se crearA?n siempre «respetando A�ntegramente los derechos» laborales y sin olvidarse de la «economA�a popular y solidaria» que incluye a los artesanos y microempresarios.
El guiA�o definitivo al sector privado se concretA? en una certeza y una promesa. La primera implica la eliminaciA?n del impuesto mA�nimo en el pago del anticipo al impuesto a la Renta. SegA?n los empresarios, esta carga tributaria se asumA�a por adelantado y se aplicaba incluso cuando las empresas daban pA�rdidas. La segunda, tan lejana que se proyecta como un imposible, propone reducir gradualmente el Impuesto a la Salida de Divisas solo si algA?n dA�a la balanza de pagos entre las exportaciones y las importaciones del sector privado llega a un equilibrio.
Las catorce medidas, pese a haberse presentado con casi un aA�o de retraso y haberse pospuesto dos veces, han convencido a los gremios empresariales. Ahora, comentan, el peso de los ajustes estA? repartido entre el sector pA?blico y el privado; y ahora, ofrecen, es momento de arrimar el hombro para recuperar el ritmo del paA�s. Pero tambiA�n avizoran el siguiente roce: cA?mo pasarA? la receta econA?mica del papel a la prA?ctica. (EL PAA?S/LA NACIA�N)