Actualidad

La pandemia de coronavirus alteró la rutina de vacunación para recién nacidos en Guayaquil

Algunas mujeres cargan a sus bebés en los brazos ya que han ido solas al centro de Salud tipo C Bastión Popular, norte de Guayaquil. Otras dejaron a sus hijos con los papás, que fuera de la columna de 50 personas aguardan sentados en la vereda, montados en sus motos o refugiados en autos particulares esperando que atiendan en el área de Vacunación.

Todos guardan distancia y están alertas de preservar lejanía con quien no conocen debido al riesgo de contagio del COVID-19 en un escenario de aglomeración humana.

Al martes 5 han pasado 49 días de confinamiento en casa y de restricciones a la movilidad, y esto sumado al cierre de subcentros de Salud por la emergencia sanitaria, ha impedido que padres accedan a las vacunas para sus hijos menores de un año, cuando requieren de cuatro sesiones en un periodo de seis meses y una semana.

“Mi hija ya va para los ocho meses, tenía cita el 22 de marzo para la vacuna de los seis meses, pero ya con esto nadie pudo salir”, menciona Jéssica Tutivén, a quien una vecina le avisó que “ya estaban vacunando” en ese establecimiento del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Sin “ya no poder dejar pasar más tiempo” un sinnúmero de papás han empezado a buscar locales que den el servicio. Carlos Baroja, de 29 años, vive en el kilómetro 25 de la vía a Daule y, provisto de mascarilla y con su hijo envuelto como capullo, espera afuera del centro de Salud tipo C de Bastión Popular, en el bloque 1B, porque asegura que “Pascuales sigue cerrado”.

“Ya tiene 29 días y no se le ha puesto ninguna vacuna”, dice.

En Guayaquil hay 36 establecimientos del MSP con servicio de vacunación. Otros tantos siguen cerrados. Por eso que sin atención en el subcentro de Las Orquídeas o en el situado en el bloque 7 de Bastión Popular, el tipo C es prácticamente el disponible para la ciudadanía de Las Orquídeas, Mucho Lote 1, Villa España 1, bloque 10 de Bastión, entre otros sectores.

Mishel Rodríguez tiene pendiente que a su hija le suministren las dosis correspondientes a los cuatro meses, pero su bebé ya tiene seis. Relata que el lunes 16 de marzo, en el subcentro del bloque 7 le indicaron que no llegaban las vacunas del tipo requerido. Luego ya no pudo hacer seguimiento por las restricciones de la emergencia sanitaria, declarada el martes 17.

“Nunca me atrasé con mi primera hija, buscaba otro subcentro hasta que encontraba la vacuna, pero esta vez es por el subcentro; no por mí”, aduce.

En el caso de Nathaly Barcia, habitante del bloque 2, su niño tiene 6 meses y tiene pendiente las dosis de los 4 meses y las correspondientes a su edad.

“Le tocaba el 22 de febrero, pero ahí estaba con fiebre y tos, por eso no me lo vacunaron y ahí me quedé”, admite lamentando que después las restricciones, el índice de contagios y de muertes por efecto del coronavirus, hicieron que se refugie en casa y descarte salir a la calle y menos con sus niños.

En La Chala, centro sur de la ciudad, María Luisa Puaquiza espera pronto aplicarle a su niño las vacunas de los 18 meses. Tenía cita el 20 de abril.

En la isla Trinitaria, Sahory Carvajal sí pudo sumistrarle la dosis a su bebé de dos meses. Su cita era el 17 de abril, pero el subcentro de su sector está cerrado. No obstante, otro de su sector reanudó atención. La alerta le llegó de una vecina embarazada.

Apuntes

Los centros de Salud del Ministerio de Salud Pública que prestan servicio de vacunación no necesariamente atienden de lunes a viernes ni aplican toda la cartera de dosis inmunológicas (pentavalente, rotavirus, neumococo) en los cinco días. Hay días específicos para la inmunización en contra de la tuberculosis (BCG) o la fiebre amarilla (FA), por lo que los papás deben ceñirse a aquella planificación. (I)

EL UNIVERSO