LA OPOSICIÓN NO APRENDE LA LECCIÓN
Henry Llanes Suárez/ Quito
En nueve días (del 8 al 17 de junio) es imposible organizar y desarrollar una campaña electoral eficaz y eficiente, tiempo que ni siquiera es suficiente para posicionar la imagen y la propuesta de un candidato en un sindicato o en un comité barrial; en cambio el correísmo tiene posicionada su imagen pública desde el año 2006. Al 2023, diecisiete años; por eso, en la última elección del 5 de febrero tomó el control de las alcaldías y prefecturas de las principales ciudades y provincias del país. Lo mismo sucedió con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, el correísmo tiene el control de este organismo estatal.
En cambio, la mayoría de los posibles contendores al correísmo no tienen ese espació de control y de apoyo, son unos llaneros solitarios, huérfanos de esas estructuras de poder. Otro hándicap en su contra es que la mayoría de ellos no son conocidos como líderes presidenciales, en la que su imagen pública y su mensaje fluyan sin dificultad en las cuatro regiones del país y en los componentes humanos de cada región. Su perfil es muy distinto, tiene otra característica y con una incidencia local, ni siquiera regional menos nacional.
Por último, la falsa expectativa o los falsos supuestos no permiten conseguir el objetivo, no son una garantía para obtener 4 millones de votos de apoyo y pasar a la segunda vuelta electoral, para ello se requiere de varios recursos de sostenibilidad política: ideológicos, políticos, económicos, comunicacionales, educacionales, entre otros aspectos.
Uno o dos de estos aspectos por separado no garantizan ningún éxito electoral. Esta realidad ya la hemos vivido en el país en procesos anteriores, en la que han fracasado determinados candidatos presidenciales.
Frente a este escenario, ¿Qué hacer desde la oposición?
1.- Constituir un Frente Amplio de carácter nacional, democrático y plural.
2.- Impulsar un solo candidato presidencial, el que tenga mejor perfil y opción de ganar la elección.
3.- Que cada una de las organizaciones políticas que sean parte del Frente Amplio, presenten sus candidatos a asambleístas provinciales y nacionales.
Esta propuesta permitirá optimizar recursos, y sobre todo, controlar el proceso electoral en los recintos y juntas receptoras del voto, el escrutinio de los votos y el ingreso de datos al sistema informático del Consejo Nacional Electoral (2023-05-28).