Antonio Aguirre Medina/Guayaquil
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La Revolución de los borregos continúa en acción, pero todavía no se ven cambios significativos que demuestren una renovación necesaria de su fallida y más que todo la desgastada dirigencia, que no muestra nada nuevo para ser capaz de reemplazar a su líder máximo que sigue manejando su movimiento político por control remoto desde cualquier madriguera que le ofrezca hospedaje.

Tan desgastados están que siguen recurriendo a figuras perdedoras y desprestigiadas como Jorge Glas, Luisa González o Andrés Arauz.

Juntos los tres no logran hacer un buen dirigente capaz de reemplazar al todavía innombrable prófugo de la justicia, muchos pensaron que un buen reemplazo hubiera sido la hermana Pierina, pero es de suponer que más dedicada debería, estar en seguir juntando premios.

La Prefecta Provincial del Guayas Marcela Aguiñaga renunció a la Presidencia del Partido, pero continúa afiliada y el alcalde Cantonal de Guayaquil Aquiles Álvarez, ambos con buena figura política, parecería que carecen de interés por la dirigencia nacional.

El proceso para agilizar la posible amnistía del Mashi no debería ser tan apresurado, de así hacerlo, le traería graves consecuencias al poco experto y confiado nuevo gobierno transitorio.