Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

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Sin lugar a duda que la joya de la Corona política es el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que según la farándula partidista militante de la política nacional y todos los borregos, que también se los podría identificar como las cerezas de los pasteles a repartirse entre los arribistas que juntos con los manipuladores de la política criolla intentarán llevarse los restos de un país que no terminaron de llevárselo en peso.

Quienes manejarían la mayoría serían capaces de apoderarse del país en pocos días de amarres, parecería que el triunvirato del mal, bautizado así por el presidente Lasso, tiene puesto los ojos y las esperanzas en hacer un “enorme sacrificio” en favor de patria y captar la mayoría de los consejeros de Participación Ciudadana y Control Social.

De ser ese el caso la desestabilización de la República estaría a punto de iniciarse y solamente con un voto consiente y meditado de la ciudadanía se podría descartar esa posibilidad que nos llevaría directamente a los brazos del Progresismo Inclusivo con el apoyo incondicional del Partido Social Cristiano y su siamés Madera de Guerrero.

No coman cuentos de quienes ya los engañaron, medite su voto y estoy seguro de que ustedes y toda su familia no aspiran vivir como: los cubanos, nicaragüenses, venezolanos, argentinos y próximamente como los colombianos, peruanos, chilenos y brasileros que van por el mismo camino, pero con los pasos agigantados.

Prohibido olvidar que la Comisión de Participación Ciudadana y Control Social fue creada por el prófugo de la justicia para asegurar su impunidad y la de sus compinches de todos los actos de corrupción durante sus gobiernos.