Opinión

La Islandia que nos enamoró

Ab. Sylvia M. Meneses Echeverría

Máster Internacional en Gestión y Marketing Deportivo

@pilumeneses

Kirolak Marketing Deportivo

kirolak.sportsmanagement@gmail.com

 

La historia de la selección de Islandia nos ha enamorado. Los islandeses han sabido robarse el corazón de todos quienes amamos el fútbol. Y es que aceptémoslo, a todos nos encantan las historias que nos enseñan a creer y a confiar en nosotros mismos; las historias que a base de sacrificio y esfuerzo logran lo que se creía imposible.

A lo largo de la historia Islandia ha sido considerada una de las selecciones más débiles no solo de Europa, sino también del mundo. Con el afán de dejar esta situación atrás la Federación de Fútbol de Islandia ha venido trabajando durante años no solo la parte institucional, sino también la parte deportiva. Por esta razón, la clasificación histórica que obtuvo Islandia el pasado 6 de septiembre para la Eurocopa del presente año no fue fruto del azar y utilizaron la base de la selección que clasificó a la Eurocopa Sub 21 en Dinamarca. Los “Vikingos” derrotaron en las eliminatorias a Turquía, República Checa y Holanda, dejando a ésta última fuera de la gran competición europea.

A pesar de la eliminatoria y su histórica clasificación, Islandia llegaba sin ningún cartel a Francia.  Comenzó su andamiaje empatando con la Portugal de Cristiano Ronaldo, luego empató con Hungría y le ganó a Austria con un gol agónico en el último minuto que le permitió clasificarse segundo de su grupo. Hasta aquí ya habían logrado mucho más de lo que se esperaba, pero Islandia no se conformaba y quería más. En el camino estaba nada más y nada menos que la histórica Inglaterra.

Toda buena historia tiene su climax y ésta no podía ser la excepción. Estaban parados frente a la historia, pero sobre todo estaban parados frente a sí mismos. La selección islandesa sabía que esa era su oportunidad para cambiar el rumbo, para mostrarse al mundo y ganarse su respeto. No les temblaron las piernas y con autoridad vencieron 2 por 1 a la Inglaterra de Rooney. Viraron las apuestas y rompieron los pronósticos con mucho fútbol y mucho compromiso. En un hecho sin precedentes, Islandia se instaló en cuartos de final para verse cara a cara con el anfitrión.

Francia fue mejor y ganó, pero ahí no acabó todo para Islandia. El milagro ya estaba hecho, el mundo ya estaba rendido a sus pies. Un protagonista que se coló por la ventana y logró que todos los ojos se posaran en su diminuto país. 300.000 habitantes con pulmones de acero y corazones de guerreros. Una afición ejemplar que nunca dejó de alentar, y que no sólo fueron ejemplo en las gradas, sino también fuera de ellas. Esperaron a sus héroes para agradecerles y hacerles sentir que ellos reconocen el esfuerzo, el sacrificio, la lucha, la unión y la entrega por encima de lo que señale el marcador. Islandia es una selección hecha por y para su pueblo.

Y no se trata de romanticismo, se trata de buen fútbol. Islandia es una historia de identidad, de esas que a todos nos hacen creer, de esos grupos que trabajan con un solo objetivo, que se unen, que creen en sí mismos y que anteponen jugar al fútbol, eso que muchos otros ya han olvidado.

“En el fútbol, gran parte del éxito reside en la mente. Debes creer que eres el mejor y entonces puedes estar seguro de que lo serás.” – Bill Shankly

Mira aquí el impresionante recibimiento que tuvo la selección islandesa: http://canchallena.lanacion.com.ar/1915342-el-grito-vikingo-y-la-impresionante-recepcion-en-islandia-a-la-seleccion-revelacion-de-la-eurocopa