Internacional

La detenciA?n por narcotrA?fico del guerrillero Santrich deja en el alambre el proceso de paz con las FARC

El caso es un bautizo de fuego para la Justicia Especial para la Paz, instancia transicional encargada de elegir y juzgar los crA�menes emblemA?ticos que reflejen las graves violaciones a los derechos humanos

La captura deA�JesA?s Santrich, uno de los lA�deres en las negociaciones de paz de laA�guerrilla de las FARCA�con el Gobierno colombiano, tomA? a todo el mundo por sorpresa, ademA?s de abrir un boquete para la especulaciA?n jurA�dica y polA�tica sobre el alcance y posibles vA�nculos que hoy puedan tener miembros de esa organizaciA?n con el narcotrA?fico.

El caso es un bautizo de fuego para laA�Justicia Especial para la Paz (JEP), instancia transicional encargada de elegir y juzgar los crA�menes emblemA?ticos que reflejen las graves violaciones a los derechos humanos y las infracciones al DIH en el contexto del conflicto armado colombiano, atendiendo los principios de verdad, justicia y reparaciA?n. Y lo es porque es la JEP la encargada de definir, en un plazo no superior a 120 dA�as, si el caso de Seuxis Paucis HernA?ndez Solarte (alias Santrich) le compete a esa instancia o si pasa a la justicia ordinaria, donde se cumplirA�a con el proceso de extradiciA?n del dirigente de la FARC.

Un primer interrogante jurA�dico quedA? ya despejado con las afirmaciones de la cabeza de la JEP, la magistrada Patricia Linares, quien en pronunciamiento oficial anotA? que en su momento Santrich se acogiA? a la JEP y, por lo tanto, corresponde a la Sala de RevisiA?n de dicho organismo verificar si efectivamente los delitos por los que se le solicita en extradiciA?n fueron o no cometidos antes del 1 de diciembre de 2016, hito que marca el fin del conflicto.

En esa fecha estA? la clave del desarrollo del proceso pues si los delitos imputados, el pasado 4 de abril, por el Gran Jurado de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York fueron cometidos con posterioridad, el seA�or Santrich quedarA? a disposiciA?n de la justicia ordinaria, pierde todos los beneficios derivados de los Acuerdos y sujeto a la extradiciA?n.

En eso no solo coinciden los expertos consultados, sino el gobierno nacional, como lo seA�alA? ayer el presidente Santos, y la opiniA?n pA?blica en general. Precisamente asA� fue diseA�ado el acuerdo: con zanahoria, donde los guerrilleros reciben beneficios derivados de su aporte a la verdad, justicia, reparaciA?n y no repeticiA?n; y garrote (la extradiciA?n, por ejemplo, uno de los asuntos mA?s duros en el proceso en La Habana) ante la reincidencia o mantenimiento de actividades ilegales.

Las reglas son las reglas

Los candidatos presidenciales no se demoraron en reaccionar. Conscientes de que alguno de ellos heredarA? este chicharrA?n a��como se le dice en Colombia el tener un grave problema entre manos-, coinciden en que se deben aplicar con todo rigor las reglas del juego, bien conocidas por la exguerrillerada, los mandos medios y los dirigentes de la Farc.

Gustavo Petro, lA�der de Colombia Humana y candidato de la izquierda a la presidencia, pidiA? a la FiscalA�a que muestre la totalidad de las pruebas y seA�alA? que A�si la JEP confirma los hechos y soy presidente, Santrich serA? extraditadoA�. Humberto de la Calle, candidato presidencial por el Partido Liberal y quien fuera el lA�der del gobierno Santos en el proceso de negociaciA?n con las Farc, se pronunciA? en igual sentido: A�A�Si se trata de delitos cometidos despuA�s de la firma de paz tienen que responder penalmente, porque a partir de ese momento no hay ninguna protecciA?n jurA�dicaA�.

Sergio Fajardo, candidato de la CoaliciA?n Colombia, se mostrA? sorprendido y considera que a�?hay un acuerdo de paz y unas reglas, que hay que respetar y quien las viole debe ser castigado con todo el rigor de la justiciaa�?.A� Por su parte, GermA?n Vargas Lleras anotA?: A�El narcotrA?fico no es un delito continuado ni de trato sucesivo, si Santrich siguiA? cometiendo este delito despuA�s de la firma del acuerdo de paz le debe caer todo el peso de la leyA�.

Para la exfiscal general y candidata presidencial por el partido Somos, Viviane Morales, A�tras la captura de Santrich queda claro lo importante que fue lograr que en la reglamentaciA?n de la JEP se consagrara plenamente laA�pA�rdida total de los beneficios del Acuerdo a los desmovilizados que volvieran a delinquirA�.

IvA?n Duque, del Centro DemocrA?tico y lA�der en las encuestas, comparte la posiciA?n de sus adversarios a la presidencia e insistiA? en que A�la FARC debe entregar toda la informaciA?n de su vida con el narcotrA?fico, dA?nde operaban, dA?nde estA?n los laboratorios, cA?mo metA�an los precursores, cA?mo manejaban las rutas y quiA�nes eran sus socios especA�ficos para entrar la droga a Estados Unidos. Si esa informaciA?n no se tiene creo que esto va a ser muy difA�cil porque hay 10 toneladas detrA?s de esta captura. Es el momento de que la Farc le dA� la cara al paA�sA�.

Sin embargo, en la rueda de prensa dada por IvA?n MA?rquez, lA�der de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del ComA?n (FARC), prefiriA? enfocar sus palabras en la denuncia de la captura de Santrich como parte de un montaje del gobierno de Estados Unidos y la FiscalA�a colombiana; en seA�alar que esto lo entienden como un incumplimiento de los Acuerdos, por lo cual tambiA�n pidiA? una reuniA?n urgente con el presidente Santos y el acompaA�amiento de la comunidad internacional. Si bienA�MA?rquezA�valorA? esta situaciA?n como el punto mA?s crA�tico del proceso de paz, tambiA�n pidiA? a las bases, a los miles de exguerrilleros afectados por la mediocre gestiA?n en la implementaciA?n de los Acuerdos, que no desespere y A�mantengan la calmaA�.

Crisis en la paz

Con la captura de Santrich, el interrogante por el futuro de la paz con las Farc vuelve a quedar sobre la mesa. MarA�a Victoria Llorente, directora del centro de pensamiento Ideas para la Paz y experta en temas de seguridad y conflicto armado, anota que A�este es un hito mA?s en un proceso de creciente deterioro en la implementaciA?n de los Acuerdos con las FARC. Esto afecta el proceso de paz con esa guerrilla hoy desmovilizada, pero no lanza al vacA�o la paz en ColombiaA�.

Y Llorente plantea un cuestionamiento mA?s de fondo, menos coyuntural y mediA?tico, para los candidatos presidenciales: A�Dado que el Acuerdo fue rechazado por la mitad de los colombianos y tiene detractores, es hora de pensar en quA� va a hacer realmente el prA?ximo gobierno. Esa es la verdadera disyuntiva: cA?mo responder a las preocupantes seA�ales de una creciente violencia en las zonas de sustituciA?n de cultivos; cA?mo incorporar a esos casi 200 municipios que, tras el retiro de las FARC de esos territorios, hoy no cuentan con seguridad efectiva ni presencia gubernamental coordinada; cA?mo definir las acciones y el plan de respuesta inmediata de contenciA?n de la guerrillerada, que hoy vive en la incertidumbre, sin proyectos productivos y en un desencuentro progresivo con sus jefes, que se dedicaron a sacar adelante sus planes polA�ticos, sus intereses personalesA�.

La pregunta al paA�s polA�tico sobre alternativas viables para atender las dificultades de la paz estA? por resolverse. Mientras tanto, surge el cuestionamiento sobre la capacidad real de la JEP de avanzar, con los instrumentos y diseA�o que tiene, en este caso de Santrich y en los que ya empieza a tratar formalmente dentro de sus competencias.

Martha Maya, experta en justicia transicional y Directora de Proyectos de AmA�rica Latina de IFIT (Instituto para las Transiciones Integrales) considera que A�la JEP tiene las herramientas para atender esta circunstancia. Todo fue pensado y diseA�ado para que asA� fuera; esta no es cualquier sala adicional de justicia. Es un tribunal grande, bien estructurado, con un periodo de trabajo especA�fico y capacidad de respuesta anteA�circunstancias complejasA�.

El buen juicio de la JEP en el caso Santrich serA? fundamental para que el paA�s confA�e en su delicada labor. Para el nuevo gobierno el reto serA? no obstaculizar la labor de la JEP, mientras que, para la Farc, que ahora inicia formalmente los proceso ante dicho tribunal especial, el desafA�o estarA? en decir toda la verdad (aquA� pueden aportar la informaciA?n sobre sus pasados vA�nculos con el narcotrA?fico), reparar a las vA�ctimas y no reincidir en delitos para no perder los beneficios recibidos por cuenta del Acuerdo.

ParadA?jicamente JesA?s Santrich, el mA?s vocal y bocA?n a la hora de cuestionar el avance en la implementaciA?n de los acuerdos; el mA?s frA�o e irA?nico frente a la reparaciA?n de las Farc a sus vA�ctimas; uno de los duros de las negociaciones en La Habana, hoy tambiA�n marca con su particular estilo el futuro de la Farc y les deja una lecciA?n: sA� es posible perder un escaA�o en el Congreso para ganarlo ante los estrados judiciales. (ABC/LA NACIA�N)