Jute Love: Nuevos estilos usando yute
Con trazos, pinceles, creatividad y un gran amor a la naturaleza, nació Jute Love, una marca encargada de la elaboración de productos ecológicos.
GUAYAQUIL. El Yute una planta herbácea fibrosa, usado comúnmente para elaborar sacos de distintos tamaños y formas en donde se guardan variedades de cosas, es la principal herramienta de trabajo para una joven. Esto, gracias a la habilidad e ingenio de Gabriela Espinoza, que se arriesgó a darle otro uso a este material y crear distintos accesorios como bolsos, mochilas, cojines, lazos y más. Su marca Jute Love fue creada hace aproximadamente un año.
Esta empresa posee un estilo artesanal y se caracteriza por tener ciertos detalles con cintas y botones de colores en los lazos. “Los estampamos con la técnica de la serigrafía (consiste en transferir una tinta a través de una malla tensada en un marco). Además usamos pinturas a base de agua, manteniendo un proceso más ecológico posible”, resaltó Gabriela.
“Este material es poco utilizado en el país. Nosotros le dimos un toque artístico al yute”, indicó esta emprendedora, quien además enfatizó que su marca es 100% ecológica.
El propósito de este negocio siempre ha sido promover el cuidado de la naturaleza a los clientes. Los valores de los productos de Jute Love oscilan entre $3 y $10. Además, sus productos son personalizados y se trabaja bajo pedido al por mayor y menor para todo el país.
Para conocer más sobre esta marca, pueden escribir a su red social Instagram, @JuteLoveEc; o escribir a su correo juteloveec@gmail.com.
Cerca de 10 bolsos al día elabora en su taller que está ubicado en el centro de la ciudad. “Nuestro propósito a largo plazo es seguir mejorando la calidad de nuestros productos y esperemos exportar nuestra marca”, confesó Gabriela, quien reconoció que en poco tiempo su marca está siendo reconocida en el Ecuador.
Para finalizar, Espinoza le recomendó para los nuevos emprendedores, que siempre estén en buscando sus sueños y que comiencen con algo artesanal, “algo pequeño para luego pensar en grande”. (AGS/ La Nación)