Opinión

J. ASSANGE PERDERÍA NACIONALIDAD ECUATORIANA

Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

antonioxaguirre@gmail.com

Retirar la nacionalidad a un indeseable no debería de admirar a nadie, pero tratándose de un polémico personaje protegido por el gobierno del sentenciado prófugo de la justicia da mucho de qué hablar y meditar sobre alguna posibilidad, aunque remota, de sancionar a todos quienes intervinieron en un caso que podría llegar a considerarse hasta como una traición a la patria por el daño económico y moral que causaron al país incluyendo hasta el delito de destrucción y abuso inaudito de un bien público nacional, como en este caso: La Embajada del Ecuador en Londres.

Desde el otorgamiento de la nacionalidad y todo su trámite estuvo viciado de nulidad y las influencias de los actuales Socialistas Progresistas no permitieron una sanción ejemplarizadora, que hubiera dejado un precedente de moralidad, considerando entre otros motivos que la sede de la Embajada la convirtieron en un vulgar bulín de tercera, donde el principal lujurioso disfrutaba sus orgías embarrando paredes y pisos con su propio excremento como burla a un país que dolosamente le entregó la ciudadanía Ecuatoriana.