Ni los integrantes toreros se aferran a las complicadas posibilidades que ofrecen las matemáticas elementales para aspirar continuar en Copa Libertadores.

GUAYAQUIL. El técnico Rubén Israel pidió que el equipo esté unido después que la derrota 1-2 del miércoles en el estadio Monumental ante Atlético Nacional llevara a los poco aficionados a pedir la salida del entrenador de Barcelona.

A eso comentarios Rubén Israel no le dio importancia y se refirió al funcionamiento de su equipo y afirmó que pese a que no fueron contundentes van encontrando su estilo de juego. “Hemos perdido un partido más en Copa Libertadores, pero creo que hemos jugado uno de los mejores partidos, como sucedió el partido anterior (ante Emelec)”

Y agregó que “el equipo va levantando la producción y viene encontrando su estilo de juego, lamentablemente no fuimos contundentes para liquidar el partido cuando lo debimos liquidar. No logramos cerrar los partidos y nuestra ansiedad por ir a ganar en los últimos minutos nos está jugando una mala pasada en lo internacional”.

Esta fue la tercera derrota en Libertadores de Barcelona y se produjo pocos días después de perder también en el Clásico del Astillero, por el torneo nacional. En tanto el entrenador uruguayo, recalcó que la actuación del árbitro Enrique Osses y sus asistentes fue determinante. “Lamentablemente por un error humano, en un momento del partido en el que dominábamos, pudimos habernos puesto 2-0, pero le anulan un gol legítimo a Blanco. Cuando se pone 2 a 0, se lleva el partido diferente, pero, ni siquiera eso, hemos podido decir que tenemos la corriente a favor”.

Con respecto a la decisión de sacar al volante Matías Oyola en el segundo tiempo, Israel comentó que por proteger al jugador que viene de una larga paralización de actividad futbolista. “Es un hombre responsable y el capitán del equipo, apuró su reaparición al máximo y jugó al límite de sus posibilidades. Como tiene tanta entrega y está tan identificado con la camiseta de Barcelona, hoy, a riesgo de su propio rendimiento, quiso jugar, pero eso le limitaba el tiempo de juego. En el momento que sale, sale porque estaba en una zona que había que correr mucho y se necesitaba gente fresca”.

Para finalizar, el técnico pido unidad y resaltó que el equipo “no creemos estar tan lejos de lo que nosotros queremos que es tener una cadena de victorias para estabilizar al equipo, pero no hay un tiempo. Tenemos un partido con Cuenca que puede ser más difícil que éste o nos empiece a dar una etapa más fructífera de resultados”. (DO/La Nación)