INDIGESTIÓN
Santiago Pérez S./ Guayaquil
Un país, es un organismo vivo. Es un conjunto de células, que son sus habitantes, desarrollándose en un cuerpo, que son sus territorios y, con un pensamiento y personalidad, que es su nacionalidad.
Todo país, o nación, se compone de esos tres elementos fundamentales.
Así resulta que los húngaros son húngaros; los australianos, australianos; los gringos, gringos y los rusos, rusos. Y así en adelante.
Cada uno de estos países, y la mayoría de los demás, ejercen su calidad nacionalista con envidiable estilo, e inconfundible reconocimiento de su origen. Tan es así, que tenemos a los suizos, que son suizos, famosos por su puntualidad, a los argentinos, que son muy argentinos, famosos por su exageraciones, extravagancias y férrea defensa de que, “Nada es mejor que Argentina”; igualmente podríamos hablar de Méjico, Chile, Canadá, el Reino Unido, que es muy unido y, dando ejemplos, agotaríamos el cuadernillo de asistencia de la O.N.U. Todos estos Organismos Vivos, llamados Países, o Naciones, están muy vivos, moviéndose cada uno al unísono de sus características inherentes y nacionales; idioma, tradiciones, historia, hermandad, solidaridad, unión y fuerza. Muy unidos, muy fuertes; cada uno de ellos.
Del más grande, del tamaño de un continente, al más minúsculo, del tamaño de una ciudad muy pequeña.
Habiendo hecho este corto, pero necesario viaje alrededor del globo terráqueo aparece un paisito, pequeñito en tamaño; afectado por un sinnúmero de ⁸malévolas y destructivas pequeñeces. El Ecuador.
¿Qué es Ecuador?
Veamos: Ecuador, (que ha tenido varios nombres previos, todos disputados, criticados y posteriormente desconocidos), nace de una Cédula Real, emitida por Felipe II de España, el 29 de agosto de 1.563, que le daba a la gobernación de Quito, la calidad de REAL AUDIENCIA. Única en su género, no se sabe de ninguna otra que haya existido. Pero, en fin, estos territorios se encontraban dentro del VIRREINATO DEL PERÚ; cuyo Virrey era Gonzalo Pizarro, para entonces. Posteriormente, así mismo a través de Cédula Real, en 1.717, gran parte de esta nueva y recién creada REAL AUDIENCIA DE QUITO, nacida de la costilla del VIRREINATO DEL PERÚ, fue entregada a la administración del VIRREINATO DE NUEVA GRANADA; es decir, los terrenos, aún no desmembrados y repartidos, de lo que sería el ECUADOR del 24 de mayo de 1822, irían de Pilatos a Herodes, y de Herodes a Pilatos; pues en varias ocasiones se cambión la PATERNIDAD de esta REAL AUDIENCIA, a veces a Perú, a veces a COLOMBIA.
Lindo juego…linda confusión de lealtades, intereses, ambiciones, amores y odios. ¿Odios?, pues sí. En la gran olla, donde se cocinan los egoísmos, intereses y ambiciones de los conquistadores, Colombia virreinada y Perú virreinado, se miraba y trataban con profundo recelo, desconfianza y marcada enemistad, anhelando cada una ser mejor que la otra; o mejor aún, desconocer y absorber a la otra.
¿Suena feo? Tal vez. Pero así fue como perdimos el sentido nacional, a pesar del libro de historia que nos leyeron en la escuela, seguramente escrito por los Hermanos Grimm.
Sin embargo, en España mismo, hay innumerables Cédulas, Edictos, Cartas y Registros Oficiales que, no sólo confirman, sino documentan ampliamente esta irascible relación entre los dos Virreinatos más rentables del Imperio Español, que fueron los gestores de nuestro país, armado con partes y piezas de distintas etnias, orígenes, e historia; como Frankenstein.
Claramente, esta división de autoridades y lealtades; intereses y ambiciones, costumbres y relaciones, afectó significativamente el tercer factor, requerido imprescindiblemente, para ser país; la NACIONALIDAD. Hasta hoy, nos jactamos de ser el país que más CONSTITUCIONES ha elaborado y, de ser el país soberano, cuyo primer presidente fue venezolano, no una, sino varias veces, igual su hijo. Fuimos, además, libres sí, pero para formar, en calidad de provincia, un gran país, al que llamaron Gran Colombia.
Su nombre lo explica todo y, igualmente, su primer y único mandante fue también venezolano. La Gran Colombia se auto destruyó luego de 8 años de internas disputas, rivalidades y asesinatos.
Siendo ya estado, Ecuador y las cortes española y venezolana, conjugaron las cosas para que, sin excepción, todos los poderes del estado, incluido los judiciales, militares, policiales, administrativos y religiosos, se concentraren en una sola ciudad y región, para que esta sea el pulpo regulador de hambre, o desarrollo, del resto de la nación. Quito, como lo fue desde su fundación y desde que fue la cuna de la aristocracia española llegada a nuestras tierras, se erigió como capital.
Resulta entonces que, Ecuador está lleno de minúsculos cuasi estados, pretendiendo ser autónomos; en donde cada uno desprecia y desconoce al otro. Manabitas, azuayos, orientales; esmeraldeños, lojanos y guayasenses, ambateños y orenses, cada uno jala la soga para su lado, para sus intereses, sin ningún criterio de país, ni integridad nacional, Más aún; últimamente nos matamos los unos a los otros, por no pensar igual, por no hablar igual, por no conjugar igual, por no robar igual… (¿).
Dicho todo lo anterior, la única explicación dable para el estado actual de las cosas en Ecuador, un ente vivo, un ser viviente, con cuerpo con sus células y su cerebro; es que sufre de INDIGESTIÓN.
A lo largo de nuestra absurda y agitada historia, nos han alimentado con la peor clase de comestibles: centralismo, separación, inestabilidad, división, odio y resentimiento, intereses opuestos, deslealtad, abuso del uno sobre el otro, racismo incontrolable, injusticia social y económica y lo peor, consentida corrupción.
Esta mala nutrición nos tiene, sin duda alguna, postrados y sin poder reaccionar. Todas las medicinas recetadas para nuestro mal han sido desechadas y calificadas como inconstitucionales; pues, de lo que se trata, es de que el enfermo siga postrado y se agrave más, hasta el punto en que únicamente pueda ver como solución a sus males; entregarse sometido al infierno narco-correísta.
Grave indigestión, grave condición del pobre paciente, que ya hoy cada día que pasa, se torna más impaciente…