Antonio Aguirre

antonioxaguirre@gmail.com

El tigre al que me refiero no es el feroz felino de la selva de Birmania, este es uno que se cree revolucionario. Rodeado de sumisos ovejunos que su alejamiento del poder lo ha convertido en un tigre de papel, que viaja por el mundo queriendo defender lo indefendible, contratando abogados que no se sabe quién se lo financia por que se declara falto de medios económicos; sin embargo, se moviliza en aviones privados, vehículos caros de alta gama de último modelo, además frecuenta lugares exclusivos.

El tigre de papel ya tiene tres rayas encima y le cayó la cuarta por obra y gracia de la Contraloría General del Estado que envió a la Fiscalía General del Estado un nuevo informe de la deuda pública con responsabilidad penal para él y algunos de sus cachorros .

Este informe se deriva de un examen especial por la emisión, colocación, pago y canje de certificados de Tesorería, formando parte de los muchos secretos que mantenían escondidos, que poco a poco y despacito seguirán apareciendo, esta pequeña travesura se calcula que esté entre $ 1.700 millones y $ 2.300 millones.

Si querían venir por más no se equivocaron, cada día saldrán más irregularidades en casi todas las obras contratadas en la más vil e inmoral corrupción de coimas, sobreprecios en construcciones inútiles y defectuosas, a este ritmo faltará espacio para ponerle más rayas negras al tigre y terminará tan oscuro como un tigre viudo.

Las opiniones vertidas en el medio son de responsabilidad del autor.