Hay al menos veinte zonas de Guayaquil donde cientos se exponen al virus
Con orgullo, como si fuera un logro, un comerciante de 40 años que oferta plátano en racimos y otras frutas tropicales expresa: “El guayaquileño puede morir de coronavirus, pero de hambre no, nada que ver, mi pana”.
Lo dice desde el cajón de un camión parqueado en la avenida Manuel Gómez Lince, en el límite entre Bastión Popular y Mucho Lote 1, en el norte de Guayaquil. Desde su automotor, el hombre aprecia la cantidad de vendedores que se han asentado en un tramo de casi medio kilómetro.
Parecería una feria informal. Parecería un día normal de inicios de 2020, incluso con más vendedores. Pero es un día de inicios de la tercera semana de abril, cuando en el país rigen restricciones de movilidad como consecuencia de la emergencia sanitaria por la COVID-19, que hasta ayer en el país se registraban 10 398 casos, con cerca del 50 % en Guayaquil, el foco de la pandemia.
El llamado a quedarse en casa y solo salir para lo indispensable; el de mantener el alejamiento personal de dos metros, incluso salir protegido con mascarillas, poco se cumple. Hay acumulación de personas alrededor de los vendedores. Estos ofrecen de todo, incluso mascarillas, que no se hallan en las farmacias, alcohol, verde, frutas, arroz y otros víveres, verduras, y más.
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri; el gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart, y autoridades de salud aceptan que esa acumulación descontrolada de personas puede constituirse en un foco de contagios de coronavirus, pese al control de uniformados.
Y focos así hay al menos en 20 sectores, según este Diario. Están, por ejemplo, en la avenida principal de Pascuales. Allí se oferta desde pescado, cangrejo hasta carne de chancho y todo tipo de productos, mientras en las farmacias decenas de personas hacen fila.
En estas zonas, la circulación de autos, que se restringe a dos placas por día, es intensa. No todos respetan la regulación vigente entre las 05:00 y 14:00.
Las Orquídeas, Vergeles, la entrada de la 8 o avenida Casuarina, la entrada a Flor de Bastión; zonas de Sauces 3 y 6, la avenida principal de la Alborada, en el norte. En Colón y Pedro Moncayo; Sucre y Lorenzo de Garaycoa, en el centro; en la 30 y Cuenca; la Octava y Cuenca; el llamado Mall del Piso, en el suburbio; el Guasmo central y otras zonas en el sur presentan el mismo aspecto.
El gobernador admitió que es difícil el control. Dijo que Guayaquil tiene 24 000 manzanas y sería imposible tener un policía en cada una.
Operativos
Personal del Municipio y de entidades estatales como Gobernación, comisarías de Policía, policías y militares hacen operativos, pero los vendedores vuelven al siguiente día. “Hay que trabajar para subsistir” es el argumento que repite la mayoría de ellos. (I)
EL UNIVERSO