Opinión

GUARDIAS INDÍGENAS.

Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

antonioxaguirre@gmail.com

Pretender darle actividad y poder con autoridad represiva a un grupo de indígenas estaría por demás, si se considera que muchos o la gran mayoría de los miembros de las gloriosas: Fuerza Armada y de la Policía Nacional pertenecen a algunas de las minoritarias comunidades indígenas que en el país siendo generosos no llegan al 10% de la población nacional.

Esta es una vieja aspiración de los sediciosos dirigentes indígenas capitaneados por los inefables dirigentes Vargas e Iza, que ya lo promocionaron anteriormente sin mayor éxito, porque se trata de una propuesta descabellada e inejecutable.

Si no se allanan y acatan las circunstancias actuales del Ejército y la Policía corren el inminente riesgo que el gobierno actúe con la mano dura para detener las antiguas aspiraciones que tienen, con el único objetivo de desestabilizar más la Democracia de nuestro maltrecho y asaltado país, que ya se encuentra convulsionado por los narcoterroristas y  la libertad de muchos corruptos que volverán a sus andanzas porque cada día encuentran más posibilidades de destruir el orden legalmente constituido con un estribillo inmoral  que caló en el pueblo por su audacia que lo proclaman como una hazaña: ROBARON, PERO HICIERON OBRAS.

El ejemplo más claro es solamente ver y oír las noticias de Perú, que demuestran hasta la saciedad que estamos espectando claramente que quienes están atrás de todo son los comunistas asaltantes de las economías de los pueblos que intentan apoderarse en todo el Continente Americano por medio de las ideologías y manuales perversos del Foro de Sao Paulo y el corrupto Grupo de Puebla, felizmente el país los tiene bien identificados y la manera más fácil de impedirlo es en las urnas, y, que luego un Presidente que tenga los pantalones bien puestos, desligado de la corrupción y que cumpla sus promesas, actúe por ésta vez:  CON TODO EL RIGOR QUE LA LEY DETERMINE SIN NINGUNA EXCEPCIÓN NI REBAJA DE PENAS.