ESPAÑA. El Parlamento peruano de mayoría opositora forzó la salida del ministro de Economía Alfredo Thorne este miércoles. Con 11 votos a favor, 88 en contra y dos abstenciones, rechazó la cuestión de confianza planteada por Thorne para definir si continuaba en el cargo o lo dejaba. Según la Constitución, tenía un plazo de 72 horas para presentar su renuncia al presidente de la República, pero Thorne lo ha hecho esta misma tarde.
A través de un mensaje en Twitter, Thorne ha asegurado que ha firmado su renuncia como ministro de Economía y Finanzas. «Agradezco el apoyo que recibí de todos en estos meses», ha señalado.
Antes de la votación, los voceros de las seis bancadas que conforman el Congreso tomaron la palabra por cinco minutos. Aunque la suerte de Thorne se conocía de antemano, uno a uno confirmaron sus posiciones. Acción Popular, el Partido Aprista, Alianza Para el Progreso, Frente Amplio y Fuerza Popular se pronunciaron contra su permanencia, y solo fue defendido por el oficialista Peruanos por el Kambio.
Bastaba con el voto de Fuerza Popular (partido fujimorista que controla el Congreso, con 72 de los 130 votos posibles), pero diversos intereses convergieron para producir la salida de Thorne. Desde la intensa pugna de poderes que este movimiento mantiene con el ejecutivo de Pedro Pablo Kuczynski —quien ganó las elecciones generales del año pasado a Keiko Fujimori— hasta las críticas que el izquierdista Frente Amplio hace a la política económica de un gobierno de técnicos liberales.
Curiosamente, una de las dos abstenciones registradas correspondió a Kenji Fujimori, hermano de la excandidata presidencial. También explicó sus motivos a través de las redes sociales: «Por equidad, preparen al contralor para los leones. Terminemos con el circo y trabajemos unidos por el Perú. #UnaSolaFuerza».
Se refería a la situación de Edgar Alarcón, segundo protagonista del altercado que llevó a Thorne al Congreso, quien es acusado de numerosas irregularidades durante su actuación como funcionario, lo que ha desencadenado la instalación de una comisión investigadora para evaluar las denuncias en su contra, a las que esta mañana se sumó una nueva: según publicó el semanario arequipeño El Búho, habría obtenido su título profesional de manera irregular, plagiando documentos de capacitación.
Thorne compareció el viernes pasado ante el pleno para explicar el contenido de un audio publicado por la prensa, donde se le escuchaba conversar con el titular de la Contraloría General del Perú, Édgar Alarcón. Algunas frases extraídas daban a entender que el ministro pretendía extorsionar al contralor a solicitud de Kuczynski para obtener un informe de auditoría favorable sobre el polémico proyecto del aeropuerto de Chinchero, en la región de Cusco.
Aunque luego se conoció el contenido íntegro del audio y quedó demostrado que no contenía un intento de extorsión, el Congreso votó por interpelar a Thorne. Sus explicaciones no fueron satisfactorias para la oposición, que en todo momento exigió su renuncia. En cambio, el ministro presentó una moción de confianza, un antiguo mecanismo constitucional que se ha empleado poco en los años recientes.
Según un funcionario del ministerio de Economía, lo que se buscaba con esta estrategia era una «muerte digna». «Los fujimoristas no iban a censurar a Thorne. Iban a desangrarlo, lo iban a hostigar hasta que no diera más y renunciara. Por eso se decidió encararlos y presentar la cuestión de confianza de su cartera. Y obligarlos a negársela», explicó la fuente. Con ello, se pretendió forzar a la oposición a asumir el costo político de la salida del ministro de Economía.
Conocida la salida de Thorne, el presidente Kuczynski escribió en Twitter: «Agradezco a @aethorne por su destacado trabajo al frente del MEF y lamento la decisión tomada por @congresoperu de no renovarle la confianza». El lunes, mientras el ministro comparecía ante el pleno, anunció que ya tenía su reemplazo, unas declaraciones que varios comentaristas calificaron de «inoportunas». Se espera que en los próximos días anuncie quién será.
Como si se tratara de una función continuada, el Parlamento no dio tregua al Gobierno. Apenas concluida la votación que obligaba al ministro de Economía a dejar el cargo, la presidenta del Legislativo Luz Salgado hizo pasar al hemiciclo al ministro del Interior Carlos Basombrío, quien debió responder a un pliego interpelatorio de 39 preguntas sobre seguridad ciudadana, rebrote de la subversión, aumento de los índices de criminalidad y políticas planteadas para remediar estos problemas. ( EL PAÍS/LA NACIÓN)
