Fuerzas Armadas tendrá 4 nuevos depósitos de municiones en 2015
inversión del proyecto, según la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, será cercano a los $100 millones.
Ecuador concluirá hasta 2015 la construcción de cuatro depósitos de municiones (polvorines) para uso de las tres ramas de las Fuerzas Armadas (FF.AA), informó la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa.
“Está concluido uno en Jaramijó (Manabí), otro en el sector del Corazón (Cotopaxi). Estamos avanzando en la construcción de un tercero en el sur del país y un cuarto para el próximo año en la Amazonía”, manifestó la ministra, al tiempo que explicó para la construcción de estos lugares se requiere una inversión que supera los $100 millones .
Durante una visita a la fábrica de municiones estatal Santa Bárbara, la funcionaria puntualizó que históricamente las ciudades han crecido alrededor de las instalaciones militares y, ante ello, para la edificación de los nuevos depósitos se ha establecido un ‘anillo de seguridad’ en el que estará totalmente prohibido el levantamiento de construcciones.
La funcionaria recordó el accidente ocurrido en 2002, en la Brigada Blindada Galápagos del Ejército, que está ubicada en la ciudad andina de Riobamba. En lugar se registró la explosión de arsenal militar, dejando al menos siete muertos y cerca del 60% de la urbe devastada.
“Las municiones de las tres fuerzas (aérea, terrestre y marítima) van a estar ubicadas estratégicamente en los cuatro puntos del país y serán almacenadas con los más altos estándares de seguridad y con un control del Comando Conjunto”, dijo Espinosa.
La secretaria de Estado explicó que el financiamiento para la construcción de los polvorines proviene de un ahorro hecho por Ecuador, gracias al proceso de desactivación de explosivos y municiones caducadas, realizado por las propias FF.AA.
El Ejército tenía un 99,6% de municiones caducadas. El ahorro de divisas con el proceso de desactivación fue de 110 millones de dólares, con una inversión de 2,5 millones, señaló el capitán José Fernández, encargado del centro de desmilitarizado.
El uniformado aseguró que haber llevado adelante este proceso, sin el uso de tecnología desarrollada internamente, habría sido mucho más costoso, pues implicaba la compra de explosivos para la destrucción de municiones, conseguir un lugar para hacerlo y contratar personal especializado, además del daño al medio ambiente que implicaba. (Andes/La Nación)