Fernando Vizueta: Encendiendo la creatividad en Guayaquil
Kool-Factory es el nombre de una pequeña empresa que ha logrado conquistar a los guayaquileños con su originalidad y que poco a poco se hace un nicho en el mundo del diseño comercial en todo Ecuador
GUAYAQUIL. Fernando Vizueta Ortega es el nombre de un joven guayaquileño de 25 años, próximo a culminar sus estudios superiores de Diseño Gráfico en la UEES, ha sabido combinar sus talentos y conocimientos cosmopolitas para fundar Kool-Factory, una empresa dedicada a la impresión de diseños de diversa índole en cases y tazas personalizadas.
El diseño ha sido la inspiración más grande en la vida de Fernando. Desde sus estudios secundarios en el colegio San José La Salle, tomó la especialización en diseño gráfico, pues siempre supo que era a lo que quería dedicar su vida. Al cumplir 18 años se mudó a Nueva York, donde cursó tres semestres de la carrera Graphic Design en “LaGuardia Community College”, lugar en el cual descubrió la importancia artística y comercial del diseño, que a criterio de Fernando, en su país natal, Ecuador, no se ha explotado lo suficiente.
La experiencias vividas en el extranjero guiaron a Fernando en sus inicios en el diseño gráfico: “En Nueva York todo es distinto, es la meca del diseño y el arte, en cada esquina hay lugares en los que inspirarte…arte urbano, arte contemporáneo y galerías por doquier, es lo que en nuestro país no se encuentra”, comenta.
Una vez de vuelta en Ecuador, este joven emprendedor se interesó por la investigación sobre el diseño dentro del país: “Aquí en la costa diseñar es igual a copiar e imprimir imágenes o fotografías que no significan nada, no reflejan nada, pero si vamos a la sierra, en lugares como Ambato, hay minimarkets de diseño donde encuentras cosas verdaderamente interesantes”, es justamente esto lo que lo llevó a pensar mucho más en lo que podría hacer para encender la llama de la creatividad en su ciudad.
Así aparece Kool-Factory, después de una visita de abril a Nueva York, en donde una tarde ensimismado en sus pensamientos, se plantó por primera vez la idea en su cabeza, al ver que muchas personas se dedicaban a imprimir y enmarcar fotos de forma original y creativa para los turistas, quienes adquirían fácilmente y en cantidades grandes, los cuadros y diseños que ofrecían las pequeñas galerías neoyorquinas.
En un inicio se sentía inseguro, pues afirma que su primer pensamiento fue “en Ecuador este mundo es difícil, no creo que la gente me apoye”, pero sin embargo se animó, buscó durante meses la forma de adquirir máquinas que le permitirían iniciar con su idea y luego de encontrar un contacto en China realizó la gestión sin pensarlo dos veces y de un día para otro ya se encontraba personalizando los celulares de los guayaquileños con sus cases.
A pesar de que Kool-Factory es una empresa de impresión, está ligada directamente al diseño. “He visto a personas que hacen lo mismo pero no tienen conocimientos en el área del diseño, cualquier persona puede imprimir algo, pero si no conoces de diseño y estéticamente no se ve bien no tiene sentido hacerlo”, indica Fernando. Este es el fuerte de su empresa, calidad que va de la mano con conocimientos.
Kool-Factory presenta una variedad de diseños que se encuentran en tendencia, muchos de los cuales son hechos por Fernando, pero además, se da apertura a diseñadores entusiastas a que sean colaboradores de la marca, pues se “piden prestados” sus diseños, para ser escaneados, digitalizados, impresos en los productos y vendidos bajo su nombre, lo cual contribuye a que la cultura de diseño en Ecuador crezca.
Fernando se ve dividido entre sus estudios y su proyecto, pero a pesar de que el tiempo es uno de los mayores obstáculos, las expectativas de la marca se han conseguido, aunque se espera mucho más. El alcance de la marca se ha conseguido mediante una página web propia, redes sociales y portales como mercado libre. “La redes sociales son un gran apoyo en la actualidad. Instagram, en particular, es una plataforma con gran potencial para vender un producto nuevo”, dice.
Pero convertirse en emprendedor no es cosa fácil, el miedo es un enemigo con el que se lucha a diario. El creativo tras Kool-Factory recuerda con gracia una anécdota de sus inicios: “Una vez alguien me preguntó: ¿Fernando, no tienes miedo que no te vayan a resultar las cosas?, yo solo dije: sí, pero si tienes miedo y luego no lo haces, nunca vas a saber si funcionó o no funcionó, y si no funciona no te vas a morir, solo te vas a caer pero te levantas y lo vuelves a intentar”. Fernando no es un hombre de acero, él reconoce sus puntos débiles y sus fortalezas, el miedo es un compañero de todo emprendedor, pero la clave está en no dejarse vencer por él, arriesgarse y apasionarse por sus proyectos.
Hacer las cosas bien es uno de los consejos que brinda, pues dice que a pesar de ser un negocio relativamente pequeño, debes poner todo tu empeño si quieres conseguir tocar a tus clientes. En segundo lugar ser paciente, ya que las cosas no se cumplen de la noche a la mañana y si no das todo de ti, no puedes esperar que los resultados aparezcan fácilmente.
Buscar canales que te ayuden a promocionarte. En la actualidad existe una herramienta clave para los emprendedores: el internet. Las redes sociales y páginas web son imprescindibles en un mundo globalizado, más aún si el emprendimiento que se tiene en mente involucra la tecnología y la creatividad. Por último busca clientes grandes, este punto en particular puede generar inseguridad, pero aunque es lógico iniciar el comercio de productos por pedidos singulares, los proveedores son una clave importante para que el negocio se vuelva más rentable.
En cuanto a sus proyecciones a largo plazo, la marca planea ingresar al mundo de la impresión de camisetas, carteras, lienzos, entre otras cosas, completamente personalizadas. (AT/La Nación)