FARC critica al Gobierno colombiano por negarse a cese al fuego bilateral.
El Gobierno de Juan Manuel Santos fue arremetido por las FARC, por rechazar un cese bilateral del fuego mientras mantienen conversaciones de paz en busca de acabar con medio siglo de conflicto.
LA HABANA. A pesar de estar sentados a la mesa de negociaciones en La Habana desde hace dos años, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los militares colombianos se siguen enfrentando en las selvas y montañas del país. Y los rebeldes continúan haciendo ataques a la infraestructura petrolera.
El presidente Santos se resiste a aceptar la propuesta de la guerrilla de un alto el fuego porque asegura que los rebeldes podrían sacar provecho de la situación para fortalecerse militarmente y dilatar demasiado el proceso de paz para acabar con la guerra interna que ha dejado más de 200.000 muertos.
Pero las FARC calificaron a la actitud de su gobierno de «negligencia».
«Negar el cese al fuego bilateral que reclaman las víctimas del conflicto pretextando que dichas treguas son aprovechadas por las FARC para fortalecerse política y militarmente, es una forma de revictimizarlas, y una obstinación que en medio de un proceso de paz que avanza, solo puede causar perplejidad», dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, en un comunicado.
Durante el proceso, las FARC han decretado cuatro ceses al fuego unilaterales a los que no se han sumado las fuerzas armadas colombianas.
A pesar de las amenazas de ambas partes de abandonar las negociaciones, el proceso ha avanzado y se lograron tres acuerdos parciales en temas como el acceso de la tierra a campesinos, participación en política del grupo guerrillero y sustitución de cultivos ilícitos para combatir el narcotráfico.
Ahora discuten sobre las víctimas del conflicto, que van desde los fallecidos hasta los desplazados por la guerra interna.
Las propias víctimas y familiares de ellas han exigido un cese al fuego bilateral, y los legisladores opositores de izquierda en el Congreso apoyan la idea. Pero la mayoría de los colombianos respalda la postura de Santos. (Reuters/La Nación).