Opinión

FALTARA LEGITIMIDAD

Luis Hidalgo Vernaza

luishidalgov@gye.satnet.net

Para los próximos 4 años tendremos un Presidente falto de legitimidad cualesquiera que sean los resultados finales de los escrutinios. No tendrá la suficiente autoridad para manejar el país.

La falta de legitimidad estará dada porque es reconocido que el CNE no es un organismo independiente sino dependiente del Ejecutivo, por lo tanto, sujeto a que las directrices que sean trazadas desde Carondelet.  De ahí que el Presidente del CNE, dice suelto de lengua: “Se ha elegido Constitucional y legalmente a un Presidente y Vicepresidente de la República”

La división del Ecuador quedó demostrada en las últimas votaciones. En la década ganada se puso como objetivo por parte de quienes integran la revolución y profesan la doctrina del Siglo XXI, crear una animadversión entre ricos y pobres, entre patronos y obreros, empresarios y trabajadores. El ejemplo vino desde la misma Presidencia con el martilleo constante en las sabatinas. El resultado está a la vista, un país polarizado.

Desinstitucionalizar el país fue otra de las metas que lamentablemente se cumplieron al pie de la letra. Hoy tenemos un Ejecutivo que controla todo los Poderes y que ejerce control sobre las instituciones públicas por autónomas que están sean, faltándole únicamente aquellas privadas creadas en su mayoría por los guayaquileños que atienden servicios que los gobiernos Centrales demostraron a través de los años su incapacidad para administrarlos. De triunfar Moreno estarán en peligro la Junta de Beneficencia, Solca, etc.

El futuro Presidente no gozará de las simpatías de más del 50% de los ecuatorianos, principalmente de aquellos que se cansaron de comer ruedas de molino. Se hizo creer que con obras de infraestructuras y repartiendo bonos que fomentan la vagancia, se lograrían los votos, sin tomar en consideración el vejamen, el insulto y el menosprecio hacia todo aquel que no comulgaba con sus ideas.

En los próximos días el Ecuador tendrá un nuevo Mandatario que hereda un país en caos en lo económico y social, debiendo enfrentar un desempleo brutal y un endeudamiento prácticamente imposible de honrar.  Pero el mayor de los desafíos será el poder legitimar su cargo.

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