Economía

Expertos externos analizan el riesgo de Ecuador con la moneda virtual

Garrik Hileman, Jeremy Booney, Jean Paul Lam y Nathalie Reinelt, analistas en dinero virtual y monedas alternativas, hacen un análisis de la propuesta del Gobierno de Rafael Correa para el BBC Mundo.

Sin haber ofrecido demasiados detalles técnicos de qué es en concreto lo que pretende, el gobierno de Ecuador planea poner en circulación lo que llama la primera moneda digital emitida por un banco central. Una apuesta con numerosas ventajas pero que puede salir muy mal si no funciona.

La intención del ejecutivo de Rafael Correa es que la nueva moneda virtual empiece a circular en diciembre y siempre en paralelo con el dólar, que en la actualidad es la única divisa oficial en Ecuador.

Según el mandatario, la nueva moneda servirá sobre todo para ayudar a quienes no se pueden acceder a la banca tradicional a disfrutar de servicios financieros: inicialmente se podrán hacer y recibir pagos con teléfonos celulares.

De momento, no se sabe demasiado -ni siquiera su nombre- más allá de que su uso será voluntario, estará avalada por activos líquidos y no podrá servir para pagar a empleados o contratistas del Estado.

Y la controlará el Estado, así que no será una «criptomoneda» como el bitcoin, que de hecho fue prohibido en el país por la misma norma que aprobó la creación de la nueva «e-moneda».

¿Salir del dólar?

Una de las ventajas que podría traer la nueva moneda virtual, cuyo lanzamiento fue confirmado por el Gobierno, es que podría suponer el inicio del camino hacia el fin de la dolarización de Ecuador, lo que haría que Quito tuviera plena soberanía en el manejo de su política monetaria.

Aunque el gobierno de Correa insiste en que su intención es que ambas monedas circulen en paralelo y no piensa deshacerse del dólar como divisa circulante, varios analistas no pueden dejar de ver el proyecto como uno de los primeros pasos en ese sentido.

En ese sentido, podrían comenzar a incrementar el circulante para devaluar la capacidad de compra de los tenedores de dólares como inicio del largo camino hacia el abandono de la divisa estadounidense.

Para Garrik Hileman, historiador económico de la London School of Economics (Reino Unido) y experto en bitcoin y monedas alternativas, el gobierno de Correa tiene razón en avanzar hacia la desdolarización y en hacerlo con cautela.

«Insisten en que no buscan deshacerse del dólar porque están tratando de mantener la confianza en la situación actual y lo último que querrían hacer antes de lanzar esta divisa digital es menoscabar la confianza de la gente en el sistema financiero actual», le dice Hileman a BBC Mundo. “No creo que vaya a haber grandes cambios en los próximos años. Esto tomará tiempo, si tiene éxito», agrega.

Según Hileman, para facilitar una hipotética transición hacia la nueva moneda, el gobierno «podría empezar a ofrecer ventajas como, por ejemplo, a la hora de pagar impuestos y otros incentivos para que la gente cambie de manera natural».

«Va a ser interesante ver quién controla la tasa de cambio», comenta Jeremy Booney, de Conidesk, sitio digital de noticias sobre monedas.

«Así que cuando un ecuatoriano vaya a cambiar su moneda digital por dólares, va a ser el gobierno el que establezca la tasa, ¿o va a depender de oferta y demanda?», se pregunta. «Y el gobierno podría decidir revalorar la moneda digital, si desea».

Discrepa Jean Paul Lam, de la Universidad de Waterloo (Canadá) y experto en divisas virtuales, quien ve «no demasiado creíble» que vaya a servir para salir del dólar.

«Si yo fuera alguien con muchos ahorros en Ecuador que viera esto como una forma de reemplazar el dólar, mi respuesta sería sacar el dinero del país. Puede ser la intención del gobierno, pero no parece factible», dice Lam

Financiación del gasto

En la actualidad, la deuda del Estado es de $11 mil  millones. El principal acreedor es China, cliente petrolero uno de Ecuador.

Recientemente, Quito puso en el mercado títulos de deuda por $2 mil millones a un 7,95% de interés. Así como vendió al banco estadounidense Goldman Sachs parte de sus reservas en oro a cambió de $400 millones.

El diputado opositor Ramiro Aguilar considera que el problema del gobierno es en realidad la falta de fondos: «Tiene un serio problema de liquidez fiscal, necesita dinero (…). No acuña moneda. No tiene control sobre lo que circula».

Para el profesor Lam, lejos de deshacerse del dólar, la intención del gobierno de Ecuador está más bien en darse a sí mismo «una licencia para crear dinero y financiar el gasto».

«Mi impresión es que el gobierno se está quedando sin dinero y con la economía dolarizada, la única forma que pueden encontrar financiación para los gastos es con esta inteligente manera, introducir una moneda virtual que puedan controlar».

Inflación

Los analistas advierten que uno de los riesgos es la inflación. Con la máquina de hacer dinero a mano, el gobierno podría sucumbir a la tentación de ponerla a «imprimir» de más –ya sean impresiones electrónicas–. Ese es un mal que en el pasado ha afectado de forma particular a las economías de América Latina.

Para Nathalie Reinelt, analista de nuevas formas de pago del Grupo Aite (EE.UU.), «una divisa digital, sin transparencia en cómo es creada o si estará protegida por completo por una moneda fiduciaria, tiene el potencial de afectar a la estabilidad económica si no la regula un órgano imparcial, y el Banco Central de Ecuador no lo es».

«A diferencia de bitcoin, limitada a $21 millones una vez está plenamente explotada, Ecuador podría crear en teoría tanto como quisiera, lo que hace que muchos se preocupen por la estabilidad del país», agrega.

Para Hileman, es cierto que si lo que hace Ecuador es salirse del dólar, estaría dando la espalda a una moneda que gracias a su estable comportamiento ha ayudado a mantener la inflación bajo control, a diferencia de algunos de sus vecinos sudamericanos.

Pero agrega: «Por haber tenido problemas de inflación en el pasado no quiere decir que los vaya a tener para siempre. Los países pueden aprender mejores prácticas».

¿Lavado de dinero?

Una de las cosas con la que se relaciona el uso de monedas virtuales como bitcoin es con el lavado de dinero y el crimen organizado.

Por eso cabe pensar que uno de los riesgos que podría estar asumiendo Ecuador está en convertirse en un centro internacional de blanqueo.

El profesor Lam, aunque reconoce el riesgo de abusos, considera que «bitcoin es diferente porque no está controlado por nadie».

«La moneda de Ecuador sería controlada por el Banco Central y el gobierno, y respaldada por lo que llaman ‘activos líquidos'», aclara.

Sin embargo, la principal razón del profesor canadiense para descreer el riesgo de que sirva para el lavado de dinero está en la falta de confianza de la comunidad financiera en que se vaya a terminarse apreciando.

«Una moneda virtual emitida por el gobierno de Ecuador, no creo que vaya a ganar valor, por el pasado de suspensión de pagos e inflación», opina.

Es más, para Hileman, de hecho, «una de las razones para introducir esta moneda digital es evitar que bitcoin despegue en el país, lo que causaría todo tipo de problemas con el lavado de dinero, evasión fiscal y otros».

«Me parece que lo van a diseñar de manera que puedan monitorear de cerca cómo se usa. Y una moneda digital supone una gran ventaja para países que tratan de reducir las actividades de mercado negro y el fraude fiscal», dice.

«Si tiene un registro de las transacciones, puede seguramente perseguir las actividades ilegales mejor que si se hacen con efectivo», agrega.

Esó sí, Hileman no deja de reconocer que «por supuesto que hay riesgos»: «Esto puede acabar fatal y por eso es que se ve que el gobierno está tratando de ir con cuidado». (BBC Mundo/La Nación)