ESPAÑA. La cercanía del veinte aniversario del fallecimiento de la princesa Diana, está desatando una tormenta de declaraciones de sus hijos. En esta ocasión ha sido Enrique de Inglaterra, quinto en la línea de sucesión al trono británico, quien en esta especie de terapia emocional que está realizando rememorando y homenajeando a su madre ha dicho: “Estamos involucrados en la modernización de la monarquía británica. No hacemos esto por nosotros mismos, sino por el bien mayor de la gente. ¿Hay alguien de la familia real que quiera ser rey o reina? No lo creo, pero cumpliremos con nuestros deberes en el momento adecuado”. Estas declaraciones las ha realizado en una larga entrevista exclusiva que ha publicado la revista estadounidense Newsweek.
Reconoce que admira el trabajo que ha realizado su abuela, Isabel II, durante los 64 años de su reinado y le dedica cariñosas palabras por su actitud hacia él y su hermano Guillermo: “La reina es fantástica porque nos ha dejados escoger lo que queremos hacer dentro de la institución y siempre insiste en que nos tomemos nuestro tiempo. Aunque admite que si él fuera el heredero, “cumpliría mi papel por deber”, también afirma que su hermano Guillermo “modernizará la monarquía”, y que él quiere encontrar su propio camino en el campo benéfico pero que ni él ni los duques de Cambridge –Guillermo y Kate– quieren “ser vistos como un grupo de celebridades. Queremos utilizar nuestro tiempo sabiamente. No subir, estrechar la mano y no involucrarnos”, explica.
En esta misma entrevista explica que trata de llevar una vida normal dentro de su extraordinaria posición en el mundo. Vive en un apartamento de dos habitaciones y afirma que hace su propia compra por decisión propia, pero también reconoce que es fácil burlarse de esta aspiración cuando viaja en limusinas con ventanas tintadas y puede usar sus contactos para conseguir lo que quiere.
Interrogado por su familia, habla con facilidad de la reina: “Es notable”; de su madre lady Di: “Tenía un maravilloso sentido del humor y siempre quiso protegernos y hacer cosas divertidas para nosotros”. Se explaya menos sobre Guillermo y Kate y casi nada respecto a su padre o su madrastra. El artículo de Newsweek llega a afirmar que el príncipe Enrique parecía estar creciendo sin nadie en quien apoyarse tras el agujero sentimental dejado por la muerte de su madre y que ha sido Kate, la esposa de su hermano, quien le ha ayudado a cubrir esa brecha. Cuando ella y Guillermo se comprometieron, Enrique llegó a decir que era la hermana mayor que nunca tuvo.
El príncipe Enrique también hace una confesión sobre el funeral de lady Di, cuando él tenía solo 12 años: “Mi madre acababa de morir y tuve que caminar detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas que me observaban mientras millones más lo hacían por televisión. No creo que, bajo ninguna circunstancia, se deba pedir a un ningún niño que haga eso. No creo que hoy ocurriera”. En ese momento la imagen de un niño desfilando con los puños apretados y la cabeza agachada tras el cortejo fúnebre de su madre, fallecida en París en accidente de tráfico, conmovió a ciudadanos del mundo entero. (EL PAÍS/LA NACIÓN)
