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En el 2017 no habría voto electrónico

El CNE en su afán por optimizar recursos del presupuesto electoral, decidió que el voto electrónico no se aplicara en el sufragio del 2017.

QUITO. La decisión del organismo de no aplicar el moderno sistema de votación se conoció en una sesión de Pleno en el recinto Santa María, en La Manga del Cura, donde se aprobó el presupuesto para el 2016.

Donde se menciona que en el presupuesto no incluye la contratación de ninguna empresa extranjera para el proceso de escrutinio de las elecciones de 2017, pues se prevé que el organismo electoral aplique su propio sistema informático.

Con respecto al presupuesto para el 2016, la vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Nubia Villacís, indicó que el CNE está en un proceso de optimización de recursos y gastos, tanto en la matriz y delegaciones provinciales electorales.

Según el coordinador nacional de Participación Política del CNE, René Maugé, la reducción del presupuesto es de $ 2 millones en relación con el año 2015.

Eso quiere decir que para los siguientes comicios, en los que se elegirá presidente, vicepresidente y legisladores, los electores votarán de la manera tradicional: papeletas, esfero y la urna donde depositar los votos.

Pues asegura Mauge que no hay condiciones económicas como universalizar el voto electrónico, pero a pesar de ello, “se aspira mantener el voto electrónico en las provincias donde se realizó en el último proceso electoral, es decir, en Santo Domingo de los Tsáchilas y Azuay”, destacó.

No obstante, Villacís, confirmó que ya se dio la disposición al gerente del proyecto de voto electrónico para que el estudio de factibilidad -solicitado por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo- se lo proyecte para las elecciones seccionales del 2019.

Aunque, el discurso oficial, desde inicios del 2011, cuando se presentó el proyecto durante la administración de Domingo Paredes (actual asesor de Carlos Marx Carrasco en el Ministerio de Trabajo), fue que este mecanismo constituía una necesidad para modernizar el sistema de sufragio.

Ahora, el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, maneja tres argumentos para congelar el voto electrónico. El primero señala que no sería viable aplicar este sistema en una parte del país, pues se trata de una votación para autoridades de carácter nacional. Por ello, mientras el voto electrónico entregaría resultados en aproximadamente dos horas; el manual ha registrado esperas de hasta 20 días. El segundo se refiere a un posible fraude electoral y el tercero -y el más complejo- es el económico.

La implementación de este mecanismo de sufragio requiere de una inversión de alrededor de $145 millones, anunció Pozo. Además, de que el costo de votación en papeleta normal es de $7 por persona, mientras que el voto electrónico asciende a $14. (VCV/La Nación)