¡EN BUSCA DE UN ……PhD!
Antonio Palacios Frugone/ Guayaquil
Hablar de nuestro Ecuador, es encontrarse con todo lo que la imaginación puede generar, un país cuya superficie de 256.370 km2, se la considera una nación pequeña, donde su diversidad marca nuestra composición, dividiéndola en zonas geográficamente bien definidas: Costa, Sierra, Oriente y región Insular. Haciendo de la pluralidad de sus habitantes, así como de los cultivos, minerales y fauna que se encuentran en sus linderos ¡tierra bendecida por el creador!, y apetecida por propios y extraños.
Este pequeño lugar que teniendo todo, está destinado a la “destrucción” por el manejo de politiqueros, que han hecho de nuestra casa su cueva insaciable de corrupción e impunidad. No es posible que poseyendo una tierra privilegiada, donde crece y se reproducen semillas de distintas índoles, con un sistema hídrico ¡envidia de otras naciones!, sus habitantes no se beneficien, ni en su hábitat natural, ni transformada en energía. Con un clima y tierra para la crianza de animales para nuestra alimentación, con minerales en el sub suelo generando riquezas incalculables, con una fauna excepcional, seamos un país ¡pobre, subdesarrollado! ¡No es posible!, ¡es inadmisible!, eso se lo debemos a una serie de gobiernos que han usufructuado del poder y su economía (con algunas excepciones).
Estas barbaridades a que hemos sido sometidos, deben ser divulgadas, no podemos mantenerlas en el anonimato, las futuras generaciones tienen que conocer a los constructores de la destrucción de nuestro país, se han ganado el PhD del terremoto a la prosperidad, sin la imperiosa necesidad de pasar por las aulas universitarias, han causado el mal a todos los que conformamos nuestra patria. Merecen el “PhD” a la inmoralidad, corrupción e impunidad.
Los politiqueros, sus amarres, sus componendas, sus misterios, son el pan nuestro de cada día, sus ignorancias o sus subrepticios, son la enseñanza de lo que no podemos aceptar, como es posible que, con una aceptación miserable (4% según encuestas), se den los humos de “padres de la patria”, de salir en público amparados en una democracia mal interpretada, con un periodismo solapador, donde la cabida a todos no es otra cosa que la divulgación del mal legalizado, reaccionemos, no les demos oportunidades para seguir mintiéndonos, rechacemos estas injerencias y así podríamos empezar a construir una nueva nación. VIVA EL ECUADOR