Empresa privada desarrolla tecnología para impulsar a pequeños agricultores
La Organización Mundial de la Salud señala que, en 2021, 828 millones de personas se vieron afectadas por el hambre, es decir, 46 millones personas más que en el 2020. Estos datos muestran una realidad que actualmente enfrenta el mundo.
De acuerdo a un informe de la empresa IBM, una de las acciones claves para mitigar este problema es el apoyo a los pequeños agricultores, ya que ellos producen alrededor de un tercio del suministro mundial de alimentos. Sin embargo, en América Latina los productores enfrentan muchos desafíos, incluyendo el cambio climático, el aumento de los costos de producción y la falta de visibilidad de sus cadenas de suministro.
Además de que no tienen las herramientas y tecnologías con las que cuentan los grandes productores, lo que hace que luchen aún más por seguir siendo competitivos y mantener sus medios de subsistencia.
Fabián Román, presidente de la Fundación Plan21, dice que muchos productores agrícolas enfrentan los mismos problemas en todo el mundo. “También tenemos otros problemas, como la contaminación, el acceso al agua y la biodiversidad”, dijo Román.
Estos factores interrumpen la producción de cultivos y, a su vez, la capacidad de los pequeños agricultores de ganarse la vida de manera suficiente.
Con la finalidad de combatir la problemática, la Fundación Plan21 e IBM han trabajado en un programa de impacto social pro bono, con el que buscan ayudar a las poblaciones más vulnerables a las amenazas ambientales para que puedan gestionar sus cultivos de forma más sostenible con el objetivo de aumentar su productividad e ingresos. Indican en un comunicado de prensa.
Una de las iniciativas planteadas por la empresa para poder cumplir su objetivo es el apoyo para el desarrollo de una aplicación móvil personalizada, YvY, que brinda a los agricultores capacitación técnica para utilizar la información de los datos meteorológicos, los datos agronómicos y los cálculos de la huella de carbono que facilitan la gestión de la producción y permiten una mejor adaptación al cambio climático.
De acuerdo a lo indicado en el informe, la colaboración ya ha comenzado a mostrar resultados prometedores. Ciento noventa agricultores participan en pruebas iniciales en Costa Rica y más de 1300 agricultores en Ecuador, Colombia, Chile y Argentina pondrán a prueba la solución este año.