Antonio Aguirre Medina/Guayaquil

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Comentar sobre los resultados todavía es muy prematuro. Habrá que tener prudencia y a la vez paciencia en la espera de resultados iniciales, que con el pasar de los días se conocerá que partidos y movimientos acaparan la confianza ciudadana con mayor influencia en la tristemente célebre politiquería cambiante e inestable en la que el país vive, rodeado de una impune corrupción y un estado de guerra interna generada por todo tipo de delincuencia organizada que el actual gobierno se está mostrando como un incapaz para combatirla con la entereza y energía que amerita de una extremada urgencia para combatirla.

Los sacrificados continuaron al finalizar la campaña y las fuerzas del orden siguen investigando todavía sin resultados conocidos, la mala imagen volvió a ser patrimonio de un grupo de desadaptados que tenían en su poder votos marcados a favor de sus candidatos, vieja costumbre en nuestro país en el que la picardía criolla se niega a desaparecer.

Como corolario a este acto que se supone que es de Civismo Democrático, todavía nos falta esperar el conteo de los votos y los escrutinios finales y ojalá que no se repita la historia que: EL QUE CUENTA LOS VOTOS ES EL QUE GANA Y, SI ESO NO RESULTA VENDRÍA EL GRAN APAGÓN.