Tecnociencia

El uso de la epidural no tiene nada que ver con el riesgo de autismo, encuentra un nuevo estudio

El autismo es una condición que desde que se detecta es misteriosa por naturaleza. Desde que se registró el primer caso en 1943, ha sido sometido a miles de estudios para comprender cómo se origina. Sin embargo, aunque existen respuestas, sigue habiendo muchas interrogantes. De hecho, una que parecía respondida, parece que tiene que regresar al estatus de las dudas. Se trata de un estudio que había encontrado relación entre el uso de la epidural y el autismo.

La epidural es la anestesia más común que se usa en las mujeres que se encuentran en labor de parto. El estudio, errado según una reciente investigación de la Universidad de Stanford y la Universidad de Manitoba, aseguraba que las madres que se sometían a la epidural, aumentaban en un 37% el riesgo de que su bebé desarrollara autismo.

Por lo tanto, las instituciones mencionadas tomaron dicho estudio, le exprimieron hasta la última gota y no encontraron vínculo alguno entre la anestesia y el autismo. Stanford y Manitoba critican el estudio que encontró relación entre la epidural y el autismo, debido a que en sus datos obviaron algunos componentes que siempre se deben considerar.

En concreto, según la refutación del viejo estudio, los investigadores del equivocado análisis habrían obviado factores socioeconómicos, genéticos y médicos del autismo. Mientas que otros, que publica Slash Gear, expresan que es biológicamente inverosímil que la epidural aumentara el riesgo de autismo.

La epidural en las madres

Los científicos de Stanford y Manitoba exponen varios datos que los investigadores anteriores debieron considerar en sus conclusiones. En primer lugar, detallan que las tres cuartas partes de las mujeres en los Estados Unidos, se someten a la epidural durante el parto. A esta anestesia la consideran como la más adecuada y la de menor riesgo para el bebé en camino y la madre que soporta los dolores de la labor.

Entonces, con esta información en mano, observaron a 123.175 niños nacidos entre el 2005 y el 2016. Asimismo, acompañaron sus análisis sobre estos infantes hasta el 2019, para que no se le quedara nada por fuera. De toda esta cifra, un poco más del 32 por ciento estuvieron expuestos a la epidural. En consecuencia, de este grupo un 2.1 % desarrolló la condición que genera el autismo. Mientras que, de los que no tuvieron contacto alguno con la sustancia en cuestión, un 1.7 por ciento tuvo autismo. Es decir, una diferencia del 0.4%, casi nada.

Por lo tanto, según las casas de estudios mencionadas, se debería desestimar el estudio que encontró relación entre el medicamento y la condición,

El autismo cómo condición

El autismo no es una enfermedad, es una condición. La desarrolla 1 de cada 54 niños en el mundo. Y antes de encontrar una “cura” primero la sociedad debe prepararse sobre el tema para aprender a tratar con las personas que registren esta característica.

Después, con la intención de obtener resultados científicos, sí se puede investigar para entender el origen. Porqué, lo que no hay que negar es que se trata de una situación inusual.

 

 

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