Opinión

El que llega segundo, pierde

Autores: Manuel Cidre – Edgardo Vicenty  – Puerto Rico.

Empresarios

Edgardo, me inicié en el mundo laboral en 1973 con la farmacéutica Upjohn. Allí escuché por primera vez la frase “time to market”; era muy importante en las decisiones corporativas pues definía la rapidez con que el producto terminado llegaba al mercado.

Descubrí que no solamente tenía que ver con productos; se utilizaba y aún hoy se hace para muchas decisiones, desde la localización de una planta, el lanzamiento de un producto, las soluciones a los problemas. En fin, hoy más que en 1973 esta frase es relevante porque define la agilidad de una persona, de un negocio, de una organización, de un gobierno, de un país.

Si analizamos los Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, hoy registra el mayor número de contagios y fatalidades del Covid-19 en el mundo. Se debe en gran parte por no haber actuado a tiempo. No fueron ágiles y subestimaron el virus. Si miramos a Puerto Rico desde el crisol de aquella famosa frase “eso está en China eso no va a llegar aquí”, y si bien es cierto que el gobierno ordenó un toque de queda a tiempo, lamentablemente no ocurrió lo mismo con las pruebas, las estadísticas, y los protocolos. Bottom line, se cerró el País por 60 días, y con el cierre, las ya conocidas consecuencias.

El gobierno inició la semana pasada la apertura gradual de la economía. Esta semana inicia la fase dos con el sector de la construcción y la manufactura, y así sucesivamente otros sectores. Creo es la dirección correcta, sin embargo, la frase “time to market” retumba en mi subconsiente por la ya acostumbrada lentitud del gobierno.

La apertura de la economía no puede esperar, pero tampoco puede esperar la implementación de la educación, los PPE necesarios para evitar contagios, y más importante, una plataforma robusta de “contact tracing”; solo así podemos hacer la apertura económica sustentable.

No siento confianza que el gobierno lo pueda hacer. En su DNA no está la agilidad y la eficiencia. El Fideicomiso de Ciencia y Tecnología tiene el proyecto montado y listo para implementarse. A propósito, hay varios municipios, entre ellos Villalba, que han implementado el “contact tracing” con éxito. Es cuestión de darle los fondos y proveerle los recursos. En estos tiempos el “time to market” es más importante aún; se trata de salvar vidas, de salvar una economía, de salvar un país.

¡Edgardo, arrójame luz!

Edgardo Vicenty

Manolo, temo que hemos caído en la inacción colectiva y la culpa en gran medida es de los medios de noticia y opinión de esta isla, que con nuestros podcasts y columnas nos incluyen a nosotros dos.

Como bien menciona en su columna, las empresas y los países más exitosos del mundo moderno tienden a ser los que más rápido ejecutan sus planes; los que tienen el “time to market” más corto.

La importancia de la velocidad al momento de hacer negocios es tanta que Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, es famoso por constantemente decirle a sus empleados “move fast and break things”; muévanse rápido y rompan cosas. En arroz y habichuelas, él le da permiso a sus empleados a cometer errores, siempre y cuando sea para innovar o lanzar un producto nuevo rápidamente.

En Puerto Rico vimos un poco de esa mentalidad emprendedora durante los primeros días del coronavirus. La gobernadora tomó la decisión de poner al País completo en cuarentena antes de tener estimados de lo que esto le haría a la economía o de cuántos casos de coronavirus realmente había. Gracias a que durante esa semana el gobierno se movió y rompió cosas, el virus no se propagó masivamente en la Isla como lo hizo en otros países. Pero después de esa semana inicial el gobierno dejó de moverse. Esta semana reabrimos el País sin suficientes pruebas, con estadísticas dudosas y sin un mecanismo de rastreo de contactos implementado.

No me cabe duda de que la inhabilidad del gobierno de operar durante la crisis se debe en gran medida a la corrupción, que ha puesto a pasquineros incapaces en posiciones de poder y a contratistas colmillús a comprar pruebas y ventiladores. Pero nosotros, los medios, ante la falta de material noticioso y la necesidad de vender anuncios para sobrevivir, nos hemos encargado de convertir el manejo del coronavirus en un espectáculo de entretenimiento masivo.

Moverse rápido y ejecutar es imposible cuando se tiene que estar dando conferencias de prensa y justificando acciones cada día. Bajo estas circunstancias, tomar riesgos (como cerrar el País antes de tener los datos) se convierte imposible, porque cada error le cuesta a alguien su trabajo y posiblemente las elecciones al partido de turno.

Con esto no quiero decir que en tiempos de crisis no se debe investigar las acciones del gobierno o que ellos no tienen que rendir cuentas, pero tiene que haber espacio para los errores.

Manolo, lamentablemente el límite de palabras de la columna una vez más me traiciona, acabamos la discusión en el podcast de Millennials vs Boomers.