Opinión

EL PRIMER GRAN BARCELONA

Silvio Devoto Passano (Sidepa)

sidepaderby@hotmail.com

A mi nadie me lo contó ni lo leí en biblioteca alguna, vivo Barcelona desde antes de su ascenso a  la primera categoría de FEDEGUAYAS, junto a mi hermano Lucho regresábamos del Cristóbal Colón en horas de la tarde, tipo cinco, caminando por la calle Chile y nos deteníamos unos minutos en la vieja sede ubicada en un pequeño chalet de la mencionada calle que hacía esquina con Francisco de Marcos, recibíamos una palmada en la mejilla, afectuosa  de don Rigoberto Aguirre, de los hermanos Moggia, Colón, Ignacio y Vicente, de Aurelio y Antonio Uraga, de Olmedo Ycaza, Jaime Salas y Joaquín Paredes, o de los “viejos”, Plutarco Villagómez, Chinto Ramírez, en cuyo camión con plataforma de madera  volvíamos los sábados en la tarde del Reed Park tras los juegos de Béisbol,  y tantos otros concurrentes al Club que amenizaban alegres charlas mostrando una camaradería realmente impresionante.

Eramos fanáticos “a muerte” de la novena pelotera que alcanzó entre otros tantos logros vencer al sensacional CAMEL, casi una selección panameña, con un Home Run de Yeyo Uraga en la novena entrada con bases llenas

Conocí desde muy niño a Rigoberto Aguirre, Wilfrido Rumbea , Victoriano Arteaga, Ricardo Chacón, Manuel Murillo Moya, Carlos Iturralde, Luis Guerrero, Miguel Salem Dibo, Roberto Espíndola, los hermanos Julián y Ramón Vela Cobo, Amílcar Guerrero, Alberto Sánchez Cavanna,  José Garaicoa, José y Angel Bruno, Julio Martín Jurado, Juan José Vilaseca, Ernesto Ycaza Morla,  Alfonso Trujillo, Rafael Bejarano y por supuesto al artífice principal del ascenso a primera división, FEDERICO MUÑOZ MEDINA, a cuya oficina, ubicada en el Boulevard  9 de Octubre entre Pichincha y el Malecón, frente a La Previsora, acudí con mi hermano para hacernos Socios en 1950.

Yo disfruté como el que más el primer gran Barcelona, el que se formó dejando de lado a los entonces “viejos”, Cafiuco Villalba, gran aficionado a la hípica ,  Urbino Rojas, mi buen amigo, el peruano Borjás  y varios más , para dar paso a un equipo que maravilló por la bondad de su juego en conjunto y la capacidad individual de verdaderas figuras del  balompié.

La compra de varios jugadores al Panamá  de Dantón Marriot; Carlos Romo, Fausto Montalván, los hermanos Jorge y Enrique Cantos, Galo Solís, José Vargas, Manuel Valle, Nelson Lara y Luis Ordóñez,  adquiriendo a Carlos Sánchez del Norte América, Guido Andrade, milagreño que residía en Ambato y al orense Sigifredo Chuchuca que estaba a punto de firmar para Patria y un joven portero que destacaba en el Colegio Vicente Rocafuerte, Jorge Delgado Guzmán que fue incorporado al primer plantel cuando frisaba los 18 años de edad.

Párrafo especial merece don JORGE MUÑOZ MEDINA, hermano del Presidente del Club, sapiente hombre de fútbol que entrenó este equipo y lo hizo merecedor del favor de la afición porteña.

El conjunto del Astillero usaba una camisa de tela espejo color amarillo con cuello y borde en las mangas color granate, pantaloneta negra y polines negros con filo amarillo.

Recuerdo la voz nítida y vibrante del inolvidable PACO VILLAR ,que al dar las alineaciones por los parlantes del Estadio “Capwell”, muy ceremoniosamente decía:

BARRRRCELONA, en el arco..RRRROMO,, en la defensa..BENITEZ y SANCHEZ, en la línea media..MONTALVAN, JORGE CANTOS y SOLIS, en la delantera..JIMENEZ, ENRIQUE CANTOS,  hacía un breve paréntesis y decía…CHUUUUCHUUUCA, temblaban los tablones de la General, VARGAS y ANDRADE.

En el banco de suplentes, Jorge Delgado, portero, el manabita Heraclides Marin Barrerira, que jugaba en los cinco puestos de atrás, Manuel Valle, un jugadorazo era el típico cinco de aquella época, Luis Ordóñez, un volante batallador que también marcaba la punta, y Jorge Rodríguez, que ocupaba todos los sitios de la delantera, destacando como puntero derecho y centro delantero.

Tan solo diez y seis jugadores, varios de ellos seleccionados al Sudamericano de Guayaquil en 1947, el “pibe” Sánchez, “ñañá” Marín, “pajarito” Cantos y “pelusa” Vargas, cifra que aumentó en la siguiente competencia continental, año 1949 en Brasil, donde Barcelona sumó a los antes mencionados las figuras de Jorge Cantos, Sigifredo Chuchuca y Guido Andrade.

La victoria sobre MILLONARIOS de Bogotá, considerado el mejor equipo del mundo  en agosto de 1949, con marcador de tres tantos a dos, goles de:  Enrique Cantos, Jorge Rodríguez y Víctor Lindor, sacudió el mundo del fútbol y el nombre de nuestro Barcelona empezó a sonar fuerte en América.

Muñoz Medina puso en cancha su once titular salvando a Chuchuca que por enfermedad no fue de la partida, jugando en su reemplazo el “mocho” Rodríguez, esto es Romo, Benítez y Sánchez, Montalván, Jorge Cantos y Solís, Jiménez, Enrique Cantos, Rodríguez, Vargas y Andrade. En el segundo tiempo Marín reemplazaría a Jorge Cantos, Lindor entraría por Enrique Cantos y Manuel Valle substituiría a Montalván.

En el gran Millonario estaba la trilogía de oro del fútbol argentino, NESTOR RAUL ROSSI, ADOLFO PEDERNERA y el recientemente fallecido ALFREDO DI STEFANO.  Completaban el equipo Gabriel Ochoa, junto al “caimán” Sánchez los mejores arqueros  en la historia del fútbol colombiano, los zagueros García y Cobo Zuloaga, Albes y Soria en la media cancha, y Castillo, Cabillón y Mosquera, que fuera reemplazado por el uruguayo Alcides Aguilera que posteriormente vendría a Ecuador a jugar en el sensacional “Río Guayas”.

Esta victoria de Barcelona mereció la invitación a jugar en Barranquilla dos partidos, con Atlético Junior y Deportivo Barranquilla, ganando el equipo torero las dos vedes con marcadores de 2 a 1 y 3 a 1, mereciendo elogiosos comentarios de la prensa norteña que en uno de sus titulares decía  “HA SIDO VERDAD, GANARON A MILLONARIOS , COMO JUEGAN ESTOS ECUATORIANOS”.

Esta Delegación viajó presidida por el acreditado periodista RICARDO CHACON GARCIA, “Don Richard”, gloria de la Institución torera.

A estas victorias habrían de sumarse algunos sobre los otros grandes equipos de la época del DORADO colombiano. Sobre el extraordinario ALIANZA DE LIMA en los dos partidos del Torneo del Pacífico, donde también participaron MAGALLANES de Chile, AUCAS de la capital y el vecino de barrio EMELEC,  debiendo acreditarse además los triunfos sobre el SPORTING TABACO ,  ATLETICO CHALACO y  del SPORT BOYS de Perú, y del ALAJUELA de Costa Rica.

Era un Barcelona  con olor  a “pueblo”,  nacido en el Astillero, Barrio de gente  trabajadora, noble, generosa, que querían a su ciudad y a su país, con jugadores que amaban la entonces camisa de corchetes que besaban en el camerino antes de salir a la cancha jurando defenderla “a muerte” y festejaban  con el puño en alto retornando a sus puestos, sin poses, bailes ni alardes ESTUPIDOS como lo hacen ahora en todas las canchas del mundo cual si fuesen Héroes Nacionales, celebrando hasta los autogoles como propios.

Este Barcelona, al que se sumarían varios jóvenes tomando la posta de los primeros GRANDES, debe estar en la consideración de los millones de hinchas toreros como el cimiento principal en la creación de una bien ganada IDOLATRIA.

Fueron DIEZ Y SEIS LOS GRANDES, recordémoslos.

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