Opinión

EL PÁNICO ANTE LOS DESASTRES NATURALES

Miriam Florencia L./ Guayaquil

Psicóloga y terapista familiar
miriam_florencia@yahoo.com

 

Los desastres naturales siempre son motivo de alarma entre la población, ya que aunque existan ciudades donde son habituales y las personas parecen estar acostumbradas, siempre dejan secuelas ya sea a corto, mediano o largo plazo en lo que a la salud mental se refieren.

Y es que vivir un terremoto por citar un ejemplo, donde hay muerte y destrucción por doquier, paraliza la vida, surge el pánico y la incertidumbre de ¿qué pasará después? ¿qué se puede hacer para recuperarse de una emoción tan fuerte? ¿a dónde acudir cuando se ha perdido todo? Todas estas interrogantes vienen a la mente en busca de respuesta.

Ante esta situación existen algunas reacciones que vale la pena ponerles atención. La huida o escape es una reacción natural y normal en el intento de preservar la vida, otra reacción puede ser entrar en shock y quedarse paralizado sin saber qué hacer.

Cualquiera que sea la reacción que se tenga, lo importante es saber que la angustia y el temor van a continuar por algún tiempo aún cuando el fenómeno natural haya pasado, y este temor va a venir acompañado de alteraciones del sueño, del apetito, cambio de humor y de tristeza, no solamente para los que han perdido seres queridos sino para todos en general.

Estos síntomas van a ir desapareciendo conforme pasa el tiempo, pero ¿qué ocurre apenas se vive nuevamente una situación similar? el trauma reaparece, se vuelve a revivir todas esas emociones porque no han sido tratadas oportunamente.

Los niños no son menos vulnerables a esta situación, por eso es necesario explicarles lo ocurrido de una manera que ellos lo puedan entender, teniendo en cuenta que ellos van a observar la reacción de los padres ante esta situación, y esto va a contribuir a la forma cómo ellos lo tomen, de allí la importancia de tratar de controlarse cuando existen niños cerca, pues ellos deben sentir que los padres están para protegerlos en todo momento.

Tener un plan de acción para futuros eventos similares es muy importante. La familia debe planificar cómo salir de la casa, dónde hallar refugio, si no están todos en casa, dónde será el punto de encuentro, preparar kit de primeros auxilios, tener a la mano velas, alimentos enlatados pero sobre todo guardar la serenidad para tomar las decisiones correctas.