Por: Lucy Angélica García Chica
Escritora y Poeta.

 

 

 

 

Hoy quiero escribir acerca de la amistad, lo maravilloso que es en algún momento del día conocer a alguien y de pronto estar hablando como si se tratara de un viejo compañero de jornadas juveniles, de ese tiempo maravilloso de exploración y descubrimiento de un mundo desconocido pero profundamente hermoso y que ha enriquecido nuestra vida.

Crear empatía, esa participación afectiva con personas que son totalmente ajenas de nuestra realidad cotidiana es algo que merece nuestro reconocimiento.

Crear vínculos afectivos es un peldaño maravilloso para armonizar en nuestro entorno. Los amigos enriquecen nuestra vida.

Las amistades son hermosos regalos que aumentan la dicha en este mundo; pero hay que trabajar por ellas.
Las amistades se construyen lentamente a través de nuestros actos de amor y bondad, mediante el dar y el compartir.

Entre dos almas se construyen las amistades. En los momentos en los que nos piden ayuda, especialmente cuando nos cuesta hacerlo, nos acercamos a la otra persona y a nuestra propia Luz interior.

Las amistades son adquiridas con cada acción amorosa, y lo que recibimos al final es mucho más valioso que el precio que pagamos.

El amor es y será siempre la más grande victoria.