«El fenómeno zombi refleja un anhelo por crear una mejor realidad»
El famoso músico de salsa habla de su experiencia en la serie de televisión ‘Fear The Walking Dead’. Hoy, lunes 14, la cadena AMC España emite el tercer capítulo
EEUU. Atrincherado en su barbería de Los Ángeles junto a su familia y unos aterrorizados desconocidos, Daniel Salazar presencia en primera persona cómo comienza el fin del mundo.
Exiliado político de El Salvador, es un hombre de pocas palabras y muchos secretos, una de las piezas clave para sobrevivir al apocalipsis zombi que está por llegar. Su presencia y su voz son las de Rubén Blades (Panamá, 1948), una leyenda viva de la música popular latinoamericana que ha ido compaginando su labor como compositor y cantante de salsa con su carrera como actor, en la mayoría de ocasiones con papeles secundarios en cine y televisión como el que interpreta en Fear the Walking Dead.
Para explicar la diferencia entre esta precuela y su serie matriz, Blades recurre a una reveladora analogía: «Es la misma diferencia que existe entre el 11 y el 13 de octubre de 1492.
El Descubrimiento de América fue el 12 de octubre. El 11 los nativos no tenían ni idea de lo que venía, que al día siguiente comenzaría su final. El 11 de octubre es Fear the Walking Dead, el 13 de octubre es The Walking Dead». Efectivamente, ni Salazar ni la familia formada por Madison, Travis y sus hijos, verdaderos protagonistas de este borrón y cuenta nueva de Robert Kirkman (creador de los cómics originales y responsable último de ambas series), saben lo que se les viene encima. «Para mí es una oportunidad como actor, algo distinto a lo que acostumbro a hacer»; señala el autor de Pedro Navaja. «Me interesa enfrentar una variedad de retos y por eso acepté este papel».
El arranque de Fear The Walking Dead, demasiado pausado para algunos, un ejemplar crescendo dramático para otros, ha batido récords de audiencia en EEUU. «Todos sabíamos que The Walking Dead posee una audiencia fiel y totalmente entregada. Pero eso no garantizaba este tipo de macroaudiencias para los primeros capítulos.
La precuela sobrevivirá o no basada en la fuerza de sus personajes y la calidad de los guiones», matiza Blades, siempre prudente a la hora de valorar su propio trabajo. El éxito del fenómeno zombi, alabado sea George A. Romero, parece fuera de toda duda, vista la repercusión de la serie y el nerviosismo de los fans por saber qué ocurre en la sexta temporada con Rick Grimes y los suyos. «Creo que el fenómeno zombi refleja una preocupación de la gente a nivel mundial, un anhelo de sobrevivir, de crear una mejor realidad. Los actores personifican esa aspiración en la serie y la gente se identifica con sus personajes».
Blades se muestra más críptico cuando intentamos indagar en el verdadero trasfondo de Fear the Walking Dead, en las reflexiones sociales y morales que plantea. Como casi todas sus predecesoras en el subgénero es, en el fondo, una alegoría sobre la sociedad y el instinto de supervivencia del ser humano. «No se está descubriendo la rueda. Simplemente, se plantea una perspectiva diferente, aunque el argumento central sigue siendo el mismo. Habrá consideraciones nuevas para problemas viejos. Y eso es novedad: no todas las personas son iguales aunque sus historias parezcan serlo».
Lo que sí parece evidente es el empeño de los creadores por reflejar el lado más multicultural de Los Ángeles y dar auténtica relevancia a personajes latinos, mal que le pese a ese candidato a la presidencia de los EEUU de tupé imposible y actitudes xenófobas llamado Donald Trump. «El asunto no es sólo si nuestra posibilidad como seres humanos y contribuyentes está representada en los medios estadounidenses de manera objetiva e inteligente. Hay que considerar además que, proporcionalmente hablando, es muy baja nuestra participación en cine y televisión. No existimos a los niveles que nuestras contribuciones exigen. Y nuestras apariciones, por lo general, resultan estereotipadas», concluye Blades.
Y hablando de política, si se cumplen ciertas condiciones, él mismo pretende luchar por la presidencia de Panamá en 2019, donde ya fue Ministro de Turismo durante algunos años. Por eso, entre otras cosas, dará un cambio radical en su carrera: «No voy a continuar haciendo giras de salsa después de diciembre del 2016 y no continuaré grabando en ese género. Estoy creando un grupo musical diferente, otro sonido, otra intención, otro tipo de propósito y material».
Como despedida, un consejo para no sucumbir ante una horda de zombis hambrientos: «para sobrevivir… ¡corre!». (Internet/La Nación)