QUITO. Ecuador vota este domingo en segunda vuelta al sucesor de Rafael Correa, el presidente que ha gobernado el país durante una década con un marcado liderazgo y un proyecto político que ha sufrido un creciente desgaste en los últimos años.
Casi 13 millones de electores eligen entre el candidato oficialista, Lenín Moreno, y el opositor Guillermo Lasso, expresidente del Banco de Guayaquil. El aspirante de Alianza PAÍS, la formación de Correa, parte con ligera ventaja según los últimos sondeos, aunque el líder del Movimiento CREO contará con el respaldo de algunos líderes de la oposición que quedaron excluidos en la primera votación, como Cynthia Viteri o el exalcalde de Quito Paco Moncayo.
Los ecuatorianos no volvían a las urnas por segunda vez en unas elecciones presidenciales desde el principio del correísmo. Esta circunstancia demuestra los escollos que ha tenido que enfrentar la llamada revolución ciudadana de Correa. Su modelo económico, centrado en las inversiones y en el aumento del gasto público, funcionó mientras la situación económica, acompañada del precio del petróleo, lo permitió. La recesión que sufrió Ecuador en 2016 supuso un frenazo y determinará la próxima legislatura.
Al margen del ganador, el futuro presidente del país tendrá que aprobar con toda probabilidad recortes en partidas sociales. Según los expertos, se vería obligado a ello incluso Lenín Moreno, que fue vicepresidente y tiene un estilo diferente al de Correa. El resultado se anuncia ajustado, y, en función del margen de la victoria, cabe esperar una posible oleada de protestas contra el nuevo mandatario.
Los centros electorales ya han abierto sus puertas. Los ecuatorianos votan desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde. Tras la primera vuelta, celebrada el pasado 19 de febrero, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tardó tres días en comunicar los resultados definitivos, lo que alentó las sospechas de fraude en las manifestaciones y protestas convocadas por la oposición. (EL PAÍS/LA NACIÓN)