Antonio Aguirre

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La posesión de la flamante Presidenta de la Asamblea Nacional tuvo un mal comienzo con una denuncia anónima de una supuesta bomba que motivó el recorte de su discurso inicial, que fue continuista y mediocre, del mismo corte de una revolución fracasada con las mentiras acostumbradas.

El veneno heredado de sus ex jefes le corre por la venas, haciendo referencia a lo que decía el contumaz farsante conocido como el Mashi, repitió sus mismas palabras llenas de mentira y rencor que cito a continuación: Vamos a recuperar la fe, la esperanza y el optimismo que nos robaron.

No precisó quienes se la robaron, pero lo que sí está demostrado con el tiempo, es que si se refiere a la antigua partidocracia sería bastante mal agradecida por que sus votos la llevaron a la Presidencia de la Asamblea y más desagradecida sería si se quiso referir a los más ladrones de todos que son sus camaradas de movimiento que han dejado un país en bancarrota al borde del colapso.

Qué le sirva de experiencia y no repita los mismos errores de su ex jefe que hablaba sin pensar, olvidándose de las consecuencias provocadas por tener la lengua suelta y loca.

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