Dieta mediterránea podría reducir riesgo de cáncer de mama
Esta dieta puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de pecho Verduras y aceite de oliva, bases de la dieta mediterránea.
BARCELONA. La dieta mediterránea podría explicar por qué en España los tumores más agresivos sólo suponen el 12% de casos de cáncer de mama. En cambio, la dieta occidental puede elevar un 40% el riesgo de desarrollarlos. El estudio sugiere que la grasa puede no ser un factor determinante de riesgo.
La dieta mediterránea se caracteriza por un consumo variado de pescado, verduras, legumbres, patatas, frutas y aceite de oliva, y por un bajo consumo de zumos y bebidas calóricas. Sus beneficios son múltiples. Un estudio del Instituto de Salud Carlos III y el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) añade uno más: la dieta mediterránea puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama.
Su estudio epidemiológico, cuyos resultados publica la revista British Journal of Cancer, analizó los patrones alimenticios de más de 2 mil mujeres y observaron que esta dieta es especialmente beneficiosa para los tumores mamarios más agresivos, los triple-negativos, para los que de momento no existe un tratamiento quimiopreventivo. La dieta basada en productos grasos, dulces y bebidas calóricas es la más perjudicial.
Además, los investigadores han evidenciado también que la dieta occidental –basada en un alto consumo de productos grasos, dulces y bebidas calóricas– es «la más perjudicial» para estos tumores, ya que puede aumentar en torno a un 40% el riesgo de desarrollarlos, según explica Marina Pollán, investigadora del Centro Nacional de Microbiología del Carlos III que ha coordinado el estudio.
En el trabajo han participado un total de 23 unidades de oncología de hospitales españoles que se encargaron de reclutar a 1.017 pacientes ya diagnosticadas con cáncer de mama y de unos 50 años de media, y otras 1.017 mujeres sanas de edades similares. Todas ellas se sometieron a un cuestionario en el que tenían que detallar al máximo la alimentación que habían seguido en los últimos 5 años.
En la medida en que cumplían más con la dieta mediterránea, menor era el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Lo contrario sucedió con las mujeres que seguían una dieta más occidental, como la han calificado los autores del estudio, caracterizada por un alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas, y un bajo consumo de cereales. En estos casos, el riesgo de desarrollar cáncer de mama podía aumentar hasta en un 40%.
Grasas ‘buenas’ o ‘malas’ Podría ser que la grasa ‘per se’ no sea un factor determinante de riesgo de estos tumores. Los investigadores distinguieron un tercer patrón alimenticio, que calificaron como dieta prudente, basado en un consumo de productos bajos en grasa, frutas, verduras y zumos. Pero en estos casos, no se ha podido constatar que esté relacionada con una mayor o menor probabilidad de desarrollar estos tumores a pesar de consumir menos grasa.
(Internet/La Nación)