Desarrollos argentinos que pueden ayudar a los no videntes
Anteojos y zapatos que pueden detectar obstáculos, funcionar de navegación asistida y ayudar a evitar accidentes son algunas de las creaciones con sello argentino.
ARGENTINA. Santiago se acomoda en la silla, prende la computadora y abre una planilla de cálculo en Excel: se distrae con algo en la pantalla. Es el detalle del presupuesto de unos anteojos especiales que Santiago Zoberman, un chico con apenas 11 años y muchas inquietudes, decidió crear para asistir a las personas con la capacidad visual disminuida.
Estas gafas especiales, aún en etapa de prototipo, cuentan con un sensor que hace sonar una alarma ante un obstáculo. El lente consta de una suerte de radar: un emisor y un receptor que, de acuerdo al tiempo que tarda en llegar el rebote de la señal que emite, determina la distancia del objeto, en un funcionamiento similar al utilizado por los sistemas computarizados de los autos a la hora de estacionar.
«Se me ocurrió un día dando vueltas en el auto. Vi a una persona no vidente y pensé en cómo la podía ayudar. Pensé y pensé, y empecé a idearlo», cuenta Santiago. Y aclara: «Yo ya había trabajado con sensores, anteriormente había hecho una jarra que detectaba cuánta agua había, por ejemplo».
Todo se hace con una placa que se llama Arduino, que es un microcontrolador utilizado por hobbistas y entusiastas de la electrónica, que se caracteriza por su flexibilidad para ser programado en múltiples proyectos. Similar al Raspberry Pi, cualquiera puede acceder a los códigos de forma gratuita, con iniciativas que permiten medir la temperatura del aire, humedad, o manejar la luz de la casa, entre otras cosas.
El producto surgió a partir de una charla con una amiga que comenzó a perder la vista a una corta edad, tenía muchos problemas respecto al uso del bastón blanco, sentía que se veía rara y no quería utilizarlo bajo ningún concepto», cuenta Juan Manuel Bustamante, 21 años, recientemente egresado de la carrera de Técnico Electrónico en la Escuela Industrial N4 de Río Gallegos.
Así, fue que recién el año pasado pudo desarrollar DUSPANOVI, unos zapatos que pueden informarle al usuario de la cercanía de objetos que podrían representar un peligro. En total, tienen tres sensores ultrasónicos para lograr una detección de 360 grados. Ante un eventual obstáculo, el zapato vibrará en la planta del pie. «Mi idea es desarrollar un dispositivo discreto y portable que se pueda cambiar a cualquier par de zapatos en el momento que quieras», agrega Juan Manuel. (Internet/La Nación)