Tecnociencia

Desarrollan un software que lee las emociones con solo ver las caras

El software que permitirá identificar emociones,  ha sido desarrollado sobre las gafas del proyecto Glass de Google

Uno de los principales problemas de todos los inventos y nuevas tecnologías que vemos aparecer cada día es  cómo conseguir que estas máquinas se relacionen con los seres humanos de una forma razonable.

Para ayudar a resolver este inconveniente el Instituto de Sistemas Integrados Fraunhofer (Alemania) está trabajando en un software capaz de ‘leer’ un rostro humano para valorar mejor con quién está hablando y qué está sintiendo.

Lo califican de ‘lector de emociones’, algo que ha dejado de estar al alcance solo de las personas y los animales.

No es fácil dotar de cierto grado de empatía a una máquina, pero podemos pensar en este invento como en una versión más evolucionada de los sistemas de reconocimiento facial que se utilizan en seguridad, o de la función de ‘reconocer sonrisas’ o ‘evitar parpadeos’ que incorporan muchas cámaras fotográficas.

El prototipo de demostración de este software -que de momento no es público- funciona sobre Google Glass, las conocidas ‘gafas de Google’, que causaron furor  el año pasado- aunque todavía no se comercializan abiertamente, tan solo en círculos de desarrolladores.

El software capta los rostros y los enfoca y enmarca como haría un sistema de reconocimiento facial. La clave es una librería de código propietario llamada SHORE desarrollada en el Instituto Fraunhofer, aunque existen funciones similares de diversos fabricantes, en código abierto y en varias plataformas.

El paso más relevante de todo el proceso es la utilización de diferentes algoritmos para calcular varios factores ‘emocionales’, cuya combinación puede dar buenas pistas sobre el interlocutor y sus sentimientos.

Lo primero que calcula es la edad de la persona (con un margen de error de más/menos 7 años) y la probabilidad de que sea hombre o mujer (algo en lo que no parece tener dudas, dado que acierta el 94% de las veces).

Al resto de factores también se asignan unos porcentajes, entre ellos los denominados enfado, felicidad, tristeza y sorpresa. Todo esto lo puede hacer tanto para una o varias personas que estén en el mismo encuadre.

En la demostración se muestra cómo los sujetos de prueba hacen muecas y cambian la cara y el sistema refleja los cambios ajustando las variables y mostrando el resultado en unas barras de color. La ‘velocidad de análisis’ de diez fotogramas por segundo tan solo está limitada por la capacidad del hardware de las gafas. (Internet/La Nación)