Opinión

DEFENDEMOS LA LIBERTAD

Orlando Amores Terán/Quito

No hay división de funciones, lo que existe es la creación de dos funciones de Estado, adicionales, para concentrar poder en el Ejecutivo, que influye en la selección de los diez encargados de escoger a los representantes de los órganos públicos y de control.

No hay participación ciudadana.

Es cínico, lo que hace la Epístola Montecristi, al hablar de «participación ciudadana», cuando delegados de las cinco funciones del Estado, son los que eligen la Corte Constitucional, que califica la constitucionalidad de todos los actos de los órganos públicos.

Con la instauración del narcoestado, dieciséis sujetos, designan todo: (Corte Constitucional, Contralor, Procurador, Superintendentes, Fiscal General, Defensores del Pueblo y Público, Consejo de Judicatura, Consejo y Tribunal Contencioso Electoral).

¿Eso, es democracia?

No hay democracia, porque no hay partidos políticos civiles, lo que existe son clubes electorales financiados por el Estado.

A los patriotas nos corresponde defender la libertad que está en peligro, no el «poder constituido», ni la pseudo democracia, ni la Constitución; porque la Constituyente narcoterrorista instauró un narcoestado plurinacional oclocleptocrático, que es el «poder constituido» en Ecuador, desde 2008.

Si eso no se entiende, no lograremos salir del lodazal en el que nos encontramos.

Debemos identificar la causa de todos nuestros problemas, en el sometimiento a leyes diseñadas para favorecer el delito y proteger a los criminales, anteponiendo los DDHH de delincuentes y terroristas, sobre el interés general de la sociedad ecuatoriana.

El ordenamiento jurídico actual, es nefasto, causante de la inseguridad social y jurídica, de la corrupción generalizada, del fraude electoral, de la injusticia e impunidad; porque surge de una Carta totalitaria, fragmentadora de la Nación, que instauró un narcoestado plurinacional oclocleptocrático.

Mientras no haya plena división de las tres funciones fundamentales del Estado, no hay Constitución (Art.16 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano).

Aspiro haberme hecho entender.