Dr. Jorge Norero González/Guayaquil

De haber sido yo el embajador del Ecuador en Argentina, como inicialmente me propuso el presidente LASSO, recibir una notificación de la cancillería Argentina, que en reciprocidad por la decisión tomada por el Gobierno ecuatoriano, de declarar ‘persona non grata» al embajador Argentino en el Ecuador, me conceden 48 horas de tiempo en suelo Argentino, para que regrese a mi país de origen, en calidad de «persona non grata”, me hubiera causado un gran dolor y una terrible pena.

Pero esta decisión dolorosa, desde el punto de vista de una larga y fraternal relación entre ambas naciones, era obligatoria e inevitable, ante la fuga de la asilada política, María Duarte Pensantes, ahora prófuga delincuente sentenciada…

Mis relaciones con el pueblo argentino y algunas de sus instituciones, son de larga data, tengo amigos y hermanos muy queridos, cuyos lazos perdurarán para siempre.

Pero debe quedar clarísimo, que los intereses de la Patria están por encima de intereses particulares, y en cuestiones de principios y reglas en materia de las relaciones internacionales, no se puede bajo ningún concepto transigir.

Felicitaciones a la Cancillería y al Gobierno del Ecuador, se hizo lo que se tenía que hacer.

Semper Fi.