Debates en Ecuador por eventual eliminación de subsidios a combustibles
Analistas sugieren al Gobierno de Ecuador realizar una focalización adecuada a los subsidios existentes para los combustibles como el diésel.
Analistas ecuatorianos se pronunciaron este lunes sobre la eventual eliminación de subsidios a combustibles por parte del Gobierno nacional.
El fin de semana, en entrevista con Univisión, el presidente Lenín Moreno ratificó que en los próximos días tomará una decisión al respecto, “en función del informe que reciba del Ministerio de Finanzas”.
En tanto, el ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, adelantó la semana pasada que se van a mantener intactos tanto el subsidio al gas, como al diésel, pero que sí se analiza la subvención al combustible que consumen vehículos de alta gama (gasolina súper).
Al año, más de USD 3.000 millones representan los subsidios entre gas, gasolina y diésel, de acuerdo con el periódico.
Sobre el tema , este lunes Mauricio Pozo, exministro de Economía, señaló que los subsidios de los derivados de petróleo, como los de gasolina extra, súper y el diésel favorecen a quienes no lo necesitan.
“Estos subsidios protegen a sectores que no deben recibir este beneficio del Estado, producen efectos negativos, subsidian a países vecinos y a sectores que sí pueden pagar el precio real”, refirió.
Pozo sostuvo además que en el caso del diésel y las gasolinas (extra y súper), la proporción en el costo sí es representativo, “Solo el diésel son cerca de USD 900 millones”, apuntó.
Añadió que hay personas que tienen autos a diésel y que no son necesariamente transportistas públicos ni de carga, por lo que se requiere buscar un mecanismo para focalizar o compensar directamente a quienes lo necesitan.
“Por la situación fiscal que estamos atravesando se justifica que se tomen decisiones sobre eso, igual con la gasolina extra y súper”, aseveró.
En su consideración, si se incrementa el precio de la gasolina súper y no la extra, ello “no conduce a nada, porque el consumo de la súper es el 10% del total”.
Pozo manifestó, sin embargo, que la revisión de subsidios no puede ser una decisión económica aislada, sino ser parte de un programa integral de recuperación.
Por su parte, el docente universitario Pablo Dávalos indicó a Andes que la revisión de los subsidios “es una estrategia que le permitiría al gobierno negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Apuntó que por otro lado el Gobierno estaría “arriesgando gobernabilidad, provocando incrementos en los precios a escala nacional, por USD 150 millones en el mejor de los casos”.
Según el docente, aunque se retire el subsidio solo a la gasolina súper, existe una compleja cadena de comercialización e intermediación extensa que se mueve por señales que podrían provocar especulación.
En su opinión, los usuarios, en el caso que suba de precio la gasolina súper, se trasladarían a la más barata, con lo cual «la medida no tendría significación fiscal”.
Aseguró que si el Gobierno cobrara las deudas a grupos empresariales a través del Servicio de Rentas Internas, obtendría 10 veces más que lo se conseguiría incrementando la súper, pero la remisión de multas está prevista en la Ley de Fomento Productivo que está por aprobarse en la Asamblea Nacional.
“El subsidio más fuerte que se está generando es la remisión de multas e intereses a las empresas, que sumaría unos (USD) 2.600 millones, casi el doble de la subvención a las gasolinas, gas y diésel; es un subsidio porque significa sacrificio fiscal», señaló al apuntar que en la caja fiscal existen USD 2.000 millones adicionales por el incremento en el precio del petróleo.
En ese orden, sugirió que el equipo económico del Gobierno podría modificar los contratos petroleros, bajar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), reducir tasas de interés o incrementar la capacidad de endeudamiento con organismos internacionales de crédito para el desarrollo, “pero evitar al FMI, porque se va a perder capital político”.
ANDES