Opinión

DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Jorge Alania Vera

Jorge.alania@gmail.com

Desde Lima, Perú, para LA NACIÓN de Guayaquil, Ecuador

 

 

 

Su pasión era la genealogía, la búsqueda del árbol familiar a cuya sombra guarecerse en las numerosas intemperies de la vida. Aunque la genealogía es algo más: querer saber de dónde vengo porque tal vez sabiéndolo, intuya a donde voy. En esa lógica de permanente aprendizaje era, por lo mismo, directora de historia familiar de la Iglesia de Jesucristo de los últimos días, a cuya fe pertenecía.

Nació el 26 de agosto de 1980. Con su esposo, con quien llevaba 15 años de casados, tuvieron una hija, Ariana Danushka, que ahora a sus 14 y sufre el dolor inexhaustible de perder a su mamá.

Trabajo el 2006 en el INPE de Iquitos atendiendo a los reclusos y conociendo las historias del abandono moral y material. En el 2008 estuvo en el hospital regional de su ciudad y en el 2014 en el Hipólito Unánue de Lima. Volvió a su tierra en el 2016, a su hospital regional en el que haría su último servicio una lluviosa noche de abril en la Unidad de Cuidados Intensivos, especialidad que adquirió en la Universidad Wiener en la cual estudió.

Las unidades de cuidados intensivos pueden ser la antesala de la muerte, pero también la puerta de la segunda oportunidad, el escenario silencioso de una batalla que sólo registra el tic tac de los monitores y los hondos suspiros de los que se van de ellas para siempre. Allí era sin embargo la misma carismática mujer que sonreía y ayudaba a todos.

Tenía una confesión y en ella murió. La Iglesia de los santos de los últimos días fue su casa también y por eso allí contaba con una oficina en la que apoyaba a los suyos lo mismo que en su pabellón del hospital. Que su Dios la reciba en su seno porque pensaba en El, no sólo en sus últimos sino en los más trascendentes días de su vida.