Opinión

DE LA MISMA MEDICINA

Luis Hidalgo

luishidalgov@gye.satnet.net

 

 

 

 

A la pandilla portadores del virus de la corrupción La Corte Nacional de Justicia del Ecuador a través de un Tribunal les dio a probar su propia medicina.

La pócima suministrada tiene una duración de 8 años, teniendo derecho ha que se les practique una revisión no para verificar si el virus desapareció, sino para establecer si la duración del efecto de la medicina es la correcta o debe aumentarse el periodo de cuarentena.

Similar a lo que aconteció con el COVID-19 el virus fue traído al país por personas que vinieron del extranjero. En el caso de la pandilla fueron dos quienes la diseminaron. El uno salió del país prófugo a Bélgica, mientras el otro realiza una cuarentena forzada en un reclusorio en la Capital.

El jefe de la pandilla con su típica cara dura indica: “Yo estoy bien; .me preocupan mis compañeros”. Naturalmente, los que están enfermos de corrupción y se encuentran en el país hoy se deben sentir huérfanos del respaldo que les otorgaba el tirano, por lo que el encierro lo ven cercano.

Para otro pandillero, el fallo no le extraña en lo absoluto, porque viene de jueces que deben obedecer órdenes, sin especificar de quién. La medicina que le están suministrando debe tener un muy desagradable sabor. La pócima repartida por él en los 10 años que duró su complicidad con el tirano, tenía un fuerte sabor a estiércol, hoy lo comprueba.

Lo triste es la imagen que como país estamos proyectando al mundo. El COVID-19 nos ha golpeado realmente duro y con una falta de prevención que no se puede atribuírsele solo al gobierno; no obstante la prensa tanto nacional como internacional se han ensañado con el país. Hoy la sentencia a la pandilla es un nuevo tema para hacernos trapo.

La Corte de Justicia de Ecuador sentenció a un expresidentes y un vicepresidente por corrupción y con ellos a sus secuaces. Que lastima, los ecuatorianos tenemos que chupar el descrédito por culpa de un desadaptado que gobernó el país por una década.