Antonio Aguirre M.

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Pocos días  después del terremoto, “el simpático”  de Carondelet muy suelto de lengua, lanzó una cifra que al parecer se está quedando corta, al conocerse declaraciones emitidas por la Primera Vice Presidenta de la  Asamblea Nacional y por un altísimo funcionario de la incautada ahora estatal Compañía de Seguros Sucre, que hablan de cantidades entre los tres mil  y cuatro mil millones de dólares.

En la mañana del Viernes 29 de abril en una entrevista a la ex estrella  del Gobierno  aspirante a delfín y hoy crítico acérrimo Ec. Ramiro González, propuso soluciones fáciles y rápidas para solventar los gastos de la reconstrucción de las zonas afectadas, estas recomendaciones de vender los activos incautados, no podrían  ejecutarse por varios motivos.

El principal es la venta de los bienes  en los que incluyen banco, aseguradoras, medios de comunicación, entre otros activos, que en esta situación sería muy difícil de venderlos debido a la falta de confianza y poco interés de invertir, además que haría “el simpático” sin tener la más grande red de medios, solamente comparable con la red de “el fantasma», eso sería como cortarle la lengua y perder  las sabatinas que sería su peor castigo.

La otra, causaría un dilema al no saber qué hacer con la burocracia enquistada en las empresas incautadas  que manejan grandes presupuestos con escasos controles.

Hace algunos meses con bombos y platillos se anunció la venta de las gasolineras de Petroecuador, pero hasta hoy no se conoce la venta de ninguna. Deberían  practicar el viejo dicho: «en boca cerrada no entran moscas» o morderse la lengua antes de hablar.

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