Su marido o su esposa podría animarle a que tenga unos buenos hábitos de estilo de vida, según unos investigadores

EE.UU.  Tener un cónyuge feliz parece ser bueno para su salud, según un estudio reciente.

La investigación contó con casi 2,000 parejas heterosexuales de entre 50 y 94 años de edad. Los investigadores les preguntaron cuál era su nivel de felicidad, de salud y de ejercicio a lo largo de 6 años.

Las personas cuyo cónyuge era feliz eran mucho más propensas a reportar una mejor salud durante ese periodo. Esta asociación fue la misma tanto para los maridos como para las esposas y estaba desvinculada de la felicidad del propio individuo.

«Este hallazgo amplia significativamente las conjeturas sobre la relación entre la felicidad y la salud, y sugiere que hay un vínculo social único», comentó en un comunicado de prensa de la revista el investigador principal, William Chopik, profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de Michigan.

«Simplemente tener una pareja feliz podría mejorar la salud tanto como intentar ser feliz uno mismo», añadió.

Pero los investigadores solo hallaron una asociación, no un vínculo causal.

Chopik dijo que los cónyuges felices son más propensos a tener un respaldo social fuerte, por ejemplo al cuidar el uno del otro. Los cónyuges felices también son más propensos a hacer que sus parejas tengan hábitos saludables, como hacer ejercicio de forma regular, comer bien y dormir adecuadamente.

Además, estar con un cónyuge feliz puede facilitarle la vida.

«Simplemente el hecho de saber que su pareja está satisfecha con sus circunstancias individuales podría moderar la necesidad de una persona de realizar conductas autodestructivas, como beber alcohol o tomar drogas, y podría ofrecer una satisfacción en general de formas que sean beneficiosas para la salud con el tiempo», dijo Chopik. (Internet/ La Nación)