Cómo montar una empresa de productos y servicios para embarazadas
Casi medio millón de mujeres se quedan embarazadas en España cada año. Una cifra interesante para emprendedores que quieren cubrir las necesidades de esos nueve meses.
A un número cada vez menor de embarazos en España, se le añade el óbice de la saturación del mercado. Son muchos los que desean meter la cabeza en un ramo en el que el componente emocional afecta en la venta, y mucho, por la ilusión de la llegada de un nuevo miembro a la familia y tener que prepararlo todo para que se sienta cómodo y feliz. Aquí puedes leer cinco productos y servicios para embarazadas.
El valor de la emotividad
A la afectividad que inspira de forma natural un hijo (la gente prefiere ahorrar en sí misma, que en sus pequeños), se une la emotividad propia del embarazo, que hace que las mujeres estén más sensibles y, por tanto, más vulnerables a la compra de artículos y servicios.
Los emprendedores que se adentran en este sector deben saber que la maternidad es una experiencia inigualable y las emociones, los sentimientos, influyen de forma notable. El componente emocional juega un papel fundamental en el consumo, especialmente cuando se trata del primer embarazo, momento en el que la ilusión y las incertidumbres llevan a los futuros padres a probar distintos tipos de productos en busca del más idóneo: ese curso de yoga prenatal que más sosiegue, esa crema antiestrías más efectiva, esos pantalones premamá que mejor sienten…
A partir del segundo embarazo, la situación se relaja; ya se conocen los artículos y servicios de la vez anterior, por lo que ya sólo se adquiere lo que resulta imprescindible. No hay que olvidar que más de un hijo conlleva más gastos y, por lo tanto, los padres buscan en mayor medida cómo ahorrar.
Además, el factor reciclaje hace su aparición. Al margen de que el embarazo sea en verano o invierno, la mayoría de artículos que se compraron la primera vez son reutilizables. Y si no, siempre hay una amiga o familiar que preste esos productos que, hay que tenerlo en consideración, una vez pasados esos nueve meses ya no se vuelven a necesitar. Esas herencias son fruto, ahora más que nunca, del deseo (más bien necesidad) de ahorrar.
Factor diferenciador
Lo bueno de estos tiempos es que se está potenciando la innovación, el querer emprender con un proyecto que funcione. Una circunstancia que resulta provechosa tanto para las compañías que quieren hacerse un hueco en el mercado, como para aquellas clientas deseosas de productos y servicios que las sorprendan y cumplan con sus exigencias.