Cómo lograron ser avicultores expertos
La familia Ruiz, de Píllaro, hace un recuento de todo lo que les ha llevado a ser avicultores expertos.
El sueño de Eduardo Ruiz fue continuar lo que sus padres habían iniciado en la comercialización de productos avícolas como huevos y pollos. Por eso, cuando conoció a su esposa Gladys en la universidad, no dudaron en iniciarse en el negocio de pollos de engorde.
No tenían experiencia en ese negocio así que empezaron desde cero. Se fueron a vivir a Píllaro y con la ayuda de algunos amigos sacaron su primer lote de 1000 pollos. Esos eran tiempos duros. Eran días de apuros económicos y de pequeñas producciones. Eduardo y Gladys faenaban las aves a mano y luego las vendían en Quito. Esto fue hace 23 años.
Desde entonces, con mucho trabajo y perseverancia, las cosas han mejorado. Ahora, pollos El Placer tiene capacidad para producir 15000 pollos cada 10 días y se han expandido a otras líneas de negocio como la elaboración de alimento balanceado y la apertura de puntos de venta. Con eso, ofrecen sus productos a un precio competitivo, ya que eliminan a los intermediarios.
Junto a su esposa y a sus dos hijos, en el futuro esperan llegar al consumidor con un producto con valor agregado, mediante la comercialización de pollos asados.
De igual manera, la familia Ruiz está incursionando en la línea porcina y en la producción de carne bajo el mismo sistema de producción: crianza, engorde, faenamiento y venta directa.
Para Eduardo, “el trabajo lo vence todo”. Su mediana empresa ha sido fruto de dedicación constante, de hacer divertido el trabajo “como si fuera un juego”, de estar presente en las granjas todos los días y de tener aliados estratégicos, como PRONACA.
“Con PRONACA, trabajamos 10 años. Compramos el pollito bebé porque su calidad se impone y justifica la inversión que se refleja en la conversión de carne y en la poca mortalidad del pollito. También utilizamos las vitaminas para la iniciación del pollo y el producto estrella Promotor L, para levantar a los animales en la etapa inicial”.
Después de 23 años criando pollos, Eduardo dice que el negocio ya no es el mismo porque en la actualidad se necesita saber muchas cosas más (como administración de empresas, manejo del personal, manejo de los animales) y hay que tecnificarse. Por eso, dice, es bueno relacionarse con expertos y técnicos calificados.
Por: www.engormix.com