Economía

Comienza el comercio invernal

La temporada de lluvias intempestivas que atraviesa la ciudad ha generado un fructífero negocio para los comerciantes ambulantes que ofertan paraguas y encauchados de plástico.

GUAYAQUIL. Apenas terminó la venta de Navidad y Año Nuevo y empezó la invernal, por las lluvias que comienzan a caer en el Litoral. Ayer, Daniel Zambrano vendía paraguas en el centro de Guayaquil.

Hay razones para ello: la inesperada lluvia mueve el consumo de los productos antes mencionados. Dependiendo del día, los vendedores informales o almacenes reportan crecimientos en sus niveles de producción de entre el 5% y 15%.

Zambrano, de 45 años, comentó que el pasado sábado en cinco horas vendió 8 paraguas en el sector de la Bahía.  “Ahora el tiempo está difícil, si se pide $ 3 por un paraguas la gente regatea mucho y quiere pagar hasta $ 2”, añadió.

Estos artefactos se comercializan en $ 3 y $ 5, dependiendo el tamaño y calidad.

Según técnicos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), anunciaron que de acuerdo con las perspectivas climáticas, en la mayor parte del territorio nacional, entre enero y marzo se producirían lluvias con parámetros normales, a excepción del perfil costanero, que registraría precipitaciones bajo lo normal; en tanto, en zonas muy puntuales de Esmeraldas, Los Ríos y Guayas este parámetro estaría sobre lo normal.

Por lo que la venta de paraguas y encauchados también se pueden observar en avenidas como la Carlos Plaza Dañín, de las Américas, Francisco de Orellana, Juan Tanca Marengo, entre otras.

Para Pablo Mendoza, sostuvo que la venta de paraguas le ha resultado “caída y limpia”, pues en menos de tres horas vendió dos docenas.

En los sectores antes mencionados, quienes más solicitaron los paraguas son oficinistas que trabajan y estudian. “Cuando salí (en la tarde) estaba nublado, pero no pensé que iba a llover precisamente a la salida del trabajo”, dijo Marcela Espinoza.

Desde el pasado sábado, cuando Guayaquil soporto un torrencial aguacero por más de tres horas, estos y otros artículos utilizados para protegerse de las precipitaciones tienen su espacio en calles y negocios.

Mientras que por el mercado de Las Cuatro Manzanas, por estos días se observa a pocos negocios que ofrecen estos artículos en sus perchas o vitrinas, en donde sus representantes aseguran que las ventas “sí están buenas”.

Por este motivo los comerciantes ven con optimismo el negocio, por las recientes lluvias que han caído sobre la ciudad, y esperan proveerse de otros artículos como impermeables y botas de caucho, cuya demanda también sube en esta época. (DO/La Nación)