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Código Penal de Ecuador permite procesamiento ágil y juzgamiento eficaz en casos de femicidio

Estas acciones afectan a la mujer en su autoestima y personalidad y la hacen verse como la causante de la agresión.

QUITO. Desde el 2015 cuando entró en vigencia del Código Integral Penal (COIP), la Fiscalía General del Estado registra 81 víctimas del delito de femicidio, mientras que existieron 180 casos de mujeres asesinadas de forma violenta en el Ecuador.

Según Directora del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (CEPAM), Susana Balarezo, la vigencia del Código Orgánico Integral Penal (COIP) permite un procesamiento ágil y un juzgamiento eficaz para evitar la impunidad.

Comentó que en un caso de femicidio, aparte de los 26 años, se acumuló una pena de 34 años por los agravantes.

Para garantizar que no exista impunidad, en días pasados, la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, pidió al Ministerio de Interior en el Cuarto Encuentro de la Red de Centros de Atención Integral y Casas de Acogida para las víctimas de la violencia de Género, que se incluya a los femicidas en la lista de los más buscados.

Zúñiga dijo que “se necesita que se suba a la lista de los más buscados a los femicidas, porque no hay otra forma y que el 25 de noviembre podamos anunciar que el Estado se compromete por todas esas mujeres que han muerto”, enfatizó.

Para Fuentes, esto permitirá enviar «un mensaje  de contundencia y responsabilidad» de que el Estado ecuatoriano no tolerará «ni una sola muerte más por violencia de género”.

Casos de extrema violencia contra la mujer en el país

La crueldad de las muertes y un historial de agresiones por parte de la pareja, configuran un femicidio según las expertas en la materia y este hecho se considera la consecuencia más grave y extrema de violencia contra la mujer.

En el país existen 90 unidades judiciales que atienden la problemática de violencia contra la mujer y la familia a escala nacional. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, 6 de cada 10 mujeres en Ecuador han sufrido algún tipo de violencia.

Uno de esos casos ocurrió en 2013. Una mujer perdió sus brazos y sus manos, su ex pareja se las amputó con un machete en su intento de asesinarla, algo que había intentado en dos ocasiones anteriores cuando ella advirtió con irse de la casa para evitar los malos tratos. El hijo de la mujer presenció el hecho violento.

En septiembre de 2016, una mujer de 19 años fue asesinada en Guayaquil por su ex pareja con un arma blanca, recibió varias puñaladas en el cuello y en el estómago.

Para la ministra de Justicia, tener unidades especializadas constituye un avance en materia de acceso a la justicia, ya que aparte de asistencia legal, se les brinda ayuda sicológica y se trabaja en la prevención de la violencia.

La directora del CEPAM consideró fundamental enfocarse en acciones preventivas para que las mujeres conozcan qué es violencia y qué es violación de derechos de las mujeres, además, la importancia de denunciar estos hechos antes de que corran el peligro de morir en manos de sus parejas.

“Existen casos en que tienen tan naturalizada la violencia, que creen que son normales los insultos diarios, que le digan gorda tu no sirves para nada, nadie te va a querer, algunas mujeres creen que eso es rutina, creen que eso no es violencia, sino que es parte de la convivencia y eso no es así”, sostiene Balarezo.

Para Alejandra Guerrón, asistente técnica del Programa Ciudades Seguras de ONU Mujeres, la prevención debe trabajarse desde una perspectiva integral porque es un problema estructural de la sociedad. Ella considera que debería existir una legislación específica sobre violencia de género y no solamente artículos en el COIP.

“No tenemos una ley integral de prevención de violencia y tenemos un Plan Nacional de Erradicación de Violencia, que trata de fortalecer las capacidades del Estado para brindar respuestas adecuadas frente a esta problemática, pero debería existir una ley integral de prevención de violencia, porque hace mandatario el abordaje, obliga más, como respuesta general del Estado”, dijo.

Además esa legislación podría incluir la reparación a los hijos de esas mujeres asesinadas, que en su mayoría estuvieron presentes en la muerte, porque son víctimas colaterales que requieren atención integral, desde la parte sicológica hasta la económica, comentó Guerrón a Andes.

En su opinión, se necesita abordar la problemática de género en las aulas de la escuela, el colegio y la universidad, garantizar ciudades más seguras  para niñas, adolescentes y mujeres, ya que más del 50% de las mujeres se considera insegura en las calles, pasadas las 18:00.

Tipos de violencia contra la mujer y la familia y cómo identificarlos

La violencia psicológica es una manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar que causa perjuicio en la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones.

Se puede manifestar en insultos, actos de desprecio, intimidaciones, amenazas, privación de la libertad, acoso telefónico, espionaje en redes sociales, persecución.

La violencia física, en cambio, se manifiesta con golpes contundentes visibles y no visibles, agresiones, pellizcos, patadas, quemaduras.

La violencia sexual, se produce cuando una persona obliga a otra a tener relaciones sexuales u otras prácticas en contra de su voluntad. Estas acciones afectan a la mujer en su autoestima y personalidad y la hacen verse como la causante de la agresión. (ANDES/La Nación)