La biorrelajación controlada es una tecnología basada en los principios de retrocomunicación: el ordenador registra los esfuerzos del paciente y, en respuesta, «estimula» su cerebro a reaccionar en la dirección necesaria y lo entrena durante el curso de tratamiento.

Observando los parámetros fisiológicos, el paciente aprende a regularlos por él mismo para conseguir un estado máximo de confort y relajamiento. Esto le permite mejorar el autocontrol y superar algunas enfermedades nerviosas o del aparato fónico.

La UEPPM informa que la cantidad de pacientes con trastornos de audición o voz aumenta constantemente. Según los científicos, en el decenio de 1990 el porcentaje de enfermedades relacionadas con la alteración vocal constituía entre el 30% y 40% mientras que actualmente asciende hasta ubicarse entre el 55% y 60%.

Los factores principales de este crecimiento son el empeoramiento de la situación ecológica, la influencia progresiva del estrés y la creciente tensión psicoemocional.

Precisamente por eso, la biorrelajación tiene una importancia excepcional para los pacientes con alteraciones fónicas. Los psicólogos afirman que gracias a este procedimiento los pacientes aprenden a sentir su propio cuerpo y llegan a comprender el vínculo entre las reacciones fisiológicas y emociones, las ideas y pensamientos.

Según ella, la investigación ha demostrado que la biorrelajación controlada es un método muy eficaz no invasivo de tratamiento de las enfermedades del aparato fónico.

Los estudios revelaron que el empleo de esta tecnología permite eliminar alteraciones fónicas, la inseguridad del habla y mejorar la resonancia general de la voz.

Además, los psicólogos llegaron a la conclusión de que la biorrelajación permite elevar el nivel de la resistencia al estrés y asegurar la elaboración de estrategias de conducta constructivas en situaciones estresantes.

Añade, además, que el método desarrollado permite no solo conservar la voz, sino también mantener el equilibrio psíquico.

SPUTNIK