Casitas decoradas para pájaros
Pájaros de hermosos plumajes, cantores, atrevidos, inquietos, volando libremente por los árboles y el cielo. ¿Hay algo más hermoso que la naturaleza? Emprender desde ella y para ella es una sensación indescriptible. Es así como Andrea Selinger tuvo esta hermosa idea:
“No más pájaros enjaulados”, su emprendimiento de casas decoradas para que los pájaros hagan sus nidos y se alimenten. Pensado para promover el desarrollo y procreación de los pájaros.
“Cuando muera el último árbol, cuando asesinen al último animal, cuando envenenen el último rio, te darás cuenta que el dinero no se come”. Frase inquietante que eligió Andrea para contar parte de la visión de su proyecto. En él “podrás ver como los pájaros construyen dentro de las casitas sus nidos, una maravilla al alcance de tus ojos”expresa entusiasmada.
Su emprendimiento comenzó en el 2010. Hizo una página en Facebook: “No más pájaros enjaulados, dejémoslos libres”, con la idea de fomentar el cuidado de las aves, “verlas libres y no dentro de jaulas. Me inquietaba la tala de árboles y el aumento de población que hace que cada vez tengan menos espaciopara hacer sus nidos.Además, ¡Del Viso es la Ciudad de los Pájaros!Me dije: algo tengo que hacer, y así surgió la idea de armar casitas para que vengan a anidar y alimentarse allí. Empecé poniendo en mi casa unas casitas y vi que los pajaritos se acercaban y hacían sus nidos, eso me alegro y me pareció una linda y buena idea”, cuenta Andrea con gran emoción al recordar aquello que la motivó a emprender.
“No más pájaros enjaulados” desarrolla casitas hechas con productos inocuos que no afectan el medio ambiente, una técnica que, según Andrea, no ha visto en productos similares. “Las casitas nacen en mi taller a partir de madera comprada. Son totalmente artesanales”.
Andrea revela a Emprender Hoy que cuando decidió empezar con su proyecto lo hizo sola. Actualmente su esposo la ayuda y apoya al ver su entusiasmo en cada casita que va armando, pintando y decorando.Aunque sí tuvo varias dificultades a la hora de emprender, confesó: “las principales dificultades fueron productivas, reunir los materiales para hacer una casita que este a la altura de lo natural y lo estético”.
Su emprendimiento se encuentra encaminado, con misión y objetivos claros, nada difíciles de develar, porque siempre estuvieron allí: “El futuro me lo imagino con muchos pedidos de casitas para regalar, para decorar un lugar y principalmente para ayudar a la procreación de las aves. Mi objetivo es que en cada hogar haya una casita para los pájaros. No solo acá en mi partido sino también en el interior y, porqué no,en el exterior”.
“Las casitas no son solo adornos. Con ellas puedes ver como los pájaros eligen un espacio y lo comparten con los habitantes del hogar”. Como si un secreto fuera develado, Andrea describe esta experiencia maravillosa que descubrió al emprender. Al, según ella, sentirse libre como los pájaros haciendo lo que le gusta y poner en cada casita el corazón.