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Carrasco: ‘Aún nos falta desarrollar capacidad para tener más pruebas’

A los gremios médicos les parece que el ministro Juan Carlos Zevallos no se equivoca al recordar que dos tercios de la población mundial probablemente se contagiarán de covid-19, en los próximos meses. Pero le piden acciones. “¿Cómo se va a controlar el aumento de casos en Guayaquil?”.

Esa es una de las preguntas de Santiago Carrasco, quien habla a nombre de la Federación Médica Ecuatoriana.

El miércoles 1 de abril del 2020, el titular de Salud citó en cadena nacional los estudios de la Universidad de Harvard y de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), donde recordó, trabajó 14 años.

Y recalcó que “como mínimo el 60% de la población mundial se contagiará, en un plazo de 120 días. Estamos en el primer mes, saquen sus cuentas. Qué tanto podemos demorar el contagio será la diferencia, para tener tiempo y capacidad de atención”.

“El Ministro tiene toda la razón. Sí. Ya sabemos que nos vamos a infectar, pero cómo vamos a controlar, qué harán. Hasta colegas médicos están muriendo en Guayaquil”, reclama Carrasco, quien pide “cuidar más a la población”.

Esta federación exige aterrizar el discurso técnico con la realidad de fallecidos, que no son diagnosticados.

En esa línea, el médico Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central, pide a las autoridades contar cada fallecimiento en el domicilio de un ciudadano en Guayaquil como un caso de coronavirus.

“Ese es el criterio epidemiológico que se debe aplicar en las pandemias. Y trazar un mapa, para ubicar sitios de concentración de muertes. Eso se hizo en Alemania, en donde apenas se detectaba un caso positivo, se enviaba a cuarentena a toda la manzana. Allá hay más casos, no porque se contagien más, se detectan mejor y se evitan los decesos”.

¿Qué otras acciones tomar? A esas personas hay que abastecerles con alimentos -apunta Sempértegui- para garantizar que no salgan de sus casas.

En Ecuador se empezó a hablar de un caso sospechoso del virus en la última semana de enero. El sábado 8 de febrero se anunció que la noche anterior había fallecido. Y se descartó el diagnóstico de covid-19.

Desde entonces han pasado un mes y 25 días. En ese período se registró hasta un cambio de Ministro. Zevallos lleva 12 días en el cargo. Hasta ahora persiste el déficit de pruebas, para detectar el covid-19, aislar a los contagiados y tratarlos.

Desde el domingo, en los informes aparece además del dato de muertos por coronavirus, otro de fallecidos que probablemente pudieran haber tenido el virus. Pero por falta de exámenes de diagnóstico, eso no se puede confirmar.

Ayer, jueves 2 de abril del 2020, el viceministro Ernesto Carrasco admitió, en el enlace: “todavía nos falta desarrollar capacidad para tener más pruebas. El lunes (6 de abril) ya estará instalada la nueva máquina, de tecnología de punta, que permitirá procesar 1 400 diarias en un tiempo más corto. Ahora son 400 al día en los laboratorios públicos de Quito, Guayaquil y Cuenca”.

Carrasco, quien hasta la última semana de marzo presidía la Federación Médica, dijo: “Muchos se preguntan dónde están las pruebas, pero queremos darles seguridad y garantía a los ciudadanos de que sean efectivas, para que no nos pase lo que a otros países”.

El funcionario no precisó cuántas pruebas hay ahora. Adelantó que los test rápidos permitirán tamizajes masivos.

“Como China está tan lejos parecía que nunca iba a llegar acá la epidemia. No nos preparamos oportunamente con kits diagnósticos”, comentó Sempértegui, rector de la Central.

Para este médico e investigador, dos estrategias epidemiológicas complementarias para la contención son la cuarentena, que considera debe extenderse todo este mes porque es clave para frenar la expansión, y aplicar más pruebas.

Singapur, Corea y Alemania son ejemplos de que ha funcionado la estrategia. “Los coreanos aplicaron 20 000 pruebas al día, y los alemanes 160 000 por semana. La Cancillería y el COE nacional tienen que gestionar las pruebas, no es posible que IESS, Salud y municipios lo hagan por su lado”. (El Comercio)